Noche de bodas

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Hello there! Tercer capítulo y con mi hermana por poco ya nos agarramos de los pelos para escribir esto xD Ella quería de una forma, yo quería escribirlo de otra, ella decía oscuro, yo decía please no. Un desmadre que nos tomó 3 horas escribir jaksdja


Padme se quedó de pie en medio de la habitación. No había forma de escapar de ese horrible lugar. Observó a su alrededor, con mucha suerte había una cama grande y otros aparatos tecnológicos. Estaba sola en ese lugar con aquel monstruo y nadie, absolutamente nadie vendría a salvarla.

Se quedó quieta, sabía que debía luchar, que debía defenderse, pero ¿Qué posibilidades tenía? Podía luchar y morir, o vivir un día más para intentar escapar. Ninguna de las opciones sonaba segura. 

Lo vió quedar solo con unos pantalones y su camisa, se había quitado incluso los zapatos y aún así seguía viéndose intimidamente.

- Por favor- sollozó ella cuando lo sintió tomarla de la cintura- Por favor no tienes que hacer esto-dijo ella pero él solo la miró y rompió su vestido.

- Puedes despedirte de todas tus ambiciones y deseos, ahora eres mía- dijo él

- ¿Estás feliz por eso? ¿Por humillarme así?- sollozó ella cuando él le soltó el cabello y luego procedió a romper el resto de la ropa que la cubría, dejándola totalmente desnuda y a su merced. 

- Solo es una victoria para el imperio, no te consideres tan importante, tu labor acá es tener a mis hijos nada más- dijo él y ella ahogó un sollozo mientras intentaba cubrirse.

- Sé como son los hombres como tú, aún así, quiero que sepas que escaparé- dijo Padme y empujó a la cama, mientras ella ahogaba un sollozo- He conocido a los cerdos como tú toda mi vida, escaparé de ti- dijo ella aterrorizada ante sus ojos amarillos.

- No, no has conocido a un hombre como yó- dijo él comenzando a acariciar su cuerpo.

Ella estaba desnuda, y él ni siquiera había terminado de quitarse la ropa. Lo sintió entrar en la cama y ella se estremeció cuando el rodeó su cintura con sus brazos y luego sus besos se estrellaron demandantes contra su boca. 

Tal vez lo mordió y tal vez él la lastimo, pero Padme no podía recordar nada, porque lo único que sentía era miedo y tristeza. Tal vez añoranza por los días pasados cuando él la confundió con un ángel, y ella vio inocencia en los ojos de un niño de tan solo 10 años. 

Sabía que debería haber luchado, sabía que no debería haberlo dejado tomar su cuerpo, pero ¿Qué opciones tenía? Solo era eso ahora, su esclava personal, más nunca su esposa. Nunca su igual. Ella sabía que debería haber luchado, a pesar de que solo hubiera conseguido salir lastimada. Nadie luchaba contra Darth Vader, algunos aseveraban que ni siquiera el emperador lo haría. ¿Qué esperanza habría tenido ella si hubiera luchado? Tal vez solo la esperanza de morir de forma digna. Y ella no quería morir. No aún.

Padme despertó al otro día, y sintió dos fuertes brazos envolver su cintura. Se congeló al instante, recordando la noche anterior. Las lágrimas cayeron de sus ojos inmediatamente y comenzó a maldecirse nuevamente por no haber luchado. Había tenido tanto miedo a que él realmente la lastimara, que había dejado que él se saliera con la suya. Y al final, él no la había lastimado, es más Padme dudaba de que siquiera la hubiera mirado con deseo durante alguna parte de la noche. ¿Por qué ahora la envolvía en sus brazos? ¿Por qué si ni siquiera fue capaz de mirarla a la cara anoche? 

- ¿No puedes quedarte quieta ni siquiera un segundo?- dijo él atrayéndola con fuerza a si mismo, y Padme sintió su dureza presionando contra su cuerpo desnudo. 

-L-lo siento- dijo ella intetando ahogar sus sollozos

Vader la volteó en la cama y la miró. Su rostro repleto de lágrimas le hizo sentir un poco de culpa, pero no debía sentir culpa por una esclava, nadie la había sentido por él cuando Lord Sidious lo acogió como su aprendiz.

- Probablemente te lastimé anoche- dijo él sentándose en la cama- Enviaré algunos droides médicos por si necesitas atención- dijo él y Padme negó, agarrando su brazo casi suplicante y soltándolo inmediatamente.

- Por favor no, yo, estoy bien- dijo ella tartamudeando. 

- ¿Por qué no querrías atención médica? Pude haberte lastimado- dijo él y a ella le pareció irónico que luego de su noche de bodas pensara en eso.

- Porque no quiero que nadie me toque- dijo ella agachando la mirada, estaba sonrojada y humillada.

Solo entonces él miró a su esposa, y no vio una esclava, vio a una reina, ahora convertida en una senadora, que había sido humillada de la peor manera. Ahora si se sentía culpable. Y odiaba el sentimiento. 

- Bien, si necesitas algo, dímelo- dijo él poniéndose de pie y Padme se sonrojó aún más si era posible cuando lo vio totalmente desnudo.

Él le resto importancia a que lo viera desnudo, no tenía nada de lo que avergonzarse, y ella sería su esposa. Aunque no le agradaba la idea de que su vida ahora estuviera invadida por una mujer, no tenía muchas opciones. Esa mujer iba a compartir su habitación hasta que le diera herederos o simplemente muriera. Aunque muy dentro de su ser, tenía que admitir que ella era hermosa, y su carácter simplemente lo hipnotizaba, pero ella jamás lo sabría. Ella era una esclava y él era el segundo al mando del emperador, estaba bien que ella le tuviera miedo, solo de esa forma debían convivir.

- No deberías usar ese collar, ya no tiene ningún significado para mí- dijo él y ella tomó el collar de japor que estaba en su cuello, sonriendo con nostalgia.

Padme lo observó irse y cerrar la puerta. Suponía que algo así pasaría, no era como si tuviera muchos lados a donde ir de todas maneras. 

¿Quién iba a pensar que Anakin Skywalker, el niño que ella conoció cuando ambos eran muy pequeños terminaría convertido en ese monstruo?

Ella sabía que él la recordaba,  y él sabía que ella lo recordaba. Padme jamás había visto su rostro desde que lo había visto por última vez, sin duda había cambiado bastante.

Tomó el collar y lo dejó en su lugar, no le daría el gusto de quitarselo. Él le había dicho que lo usara para que no lo olvidara, y en efecto, ella jamás lo olvidaría, mucho menos luego de esa noche.

Fue entonces cuando Padme se permitió llorar amargamente. ¿Habría sido diferente si ella hubiera usado su poder antes para salvar a la madre de Anakin? ¿Habría sido diferente si ella hubiera luchado con más fuerza para liberarlo? Ella sabía que si, y también sabía que todo esto, era la venganza de Anakin contra ella. Esto iba más allá de la política, esto iba más allá de los deseos de Palpatine, esto era puro y personal. 

¿Qué pensaría Shmi si la viera ahí ahora? Probablemente ella estaría disfrutando de verla sufrir, luego de que ella no tuviera el poder suficiente para salvarla. Probablemente Shmi había sufrido mucho más con los Tusken que ella esa noche. 

Padme se miró al espejo luego de darse una ducha por horas.

- No te atrevas a rendirte Padme Amidala- se dijo a si misma mientras salía vestida con el mismo vestido de novia rasgado, porque a su esposo, se le había olvidado que no tenía más ropa allí. 

Se sentó en la cama y espero pacientemente mientras comenzaba a meditar. Obi- Wan Kenobi, su viejo amigo tenía razón, meditando, incluso sin ser sensible a la fuerza, el tiempo parecía no importar. Padme se preguntaba ¿Qué sería de su vida ahora? Sabía que más temprano que tarde debería tomar su lugar en el senado imperial, como la esposa de Lord Vader, ese lugar era suyo por derecho. Pero ella no era tonta, sabía que el emperador le ordenería a Lord Vader que la aterrorizara tanto, que ni siquiera pudiera tener una opinión el día que llegara al senado galáctico. Solo tenía que resistir, aunque al lado de él ¿Qué era ella? No era tan fuerte como él, y desde luego no tenía su poder abrumador. Aún así, no se rendiría tan fácil. A pesar de que sabía que luchar contra lo inevitable, solo le acarrearía dolor y sufrimiento.

Sombras del imperioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora