Capítulo 50

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Dentro de la oficina, se podía respirar un ambiente angustiante para uno y sin preocupación para otro. No es que no le importara la situación de su amigo, solo que internamente todos sabían que esa boda jamás ocurriría.

-¿A Seattle? - su amigo parecía saber pero no entender la urgencia de Noah

-¿Habló francés ? - preguntó sin paciencia alguna

-¿No has pensando usar el yet de tu familia?- mencionó con obviedad

Negó - La primera pregunta de mi madre será en por que a una noche de mi cena de compromiso, viaje a Seattle 

-Esa invitación ya debió haber llegado, no entiendo la urgencia - el chico despreocupado
dejo caer sobre el sofá detrás de el

No obtuvo respuesta, Noah había dejado el departamento a paso veloz

-¿Viejo? - Mike pregunto sin respuesta

Debía llegar a Seattle cuanto antes.

Debía hacerle saber su firme decisión de romper su compromiso.

Aunque la susodicha estuviera muy probablemente iniciando otra clase de compromiso.

(...)

Muy pocas veces se había sentido tan cálida y cómoda en unos brazos que no fueran los de ella. No era una cercanía a la que estuviera acostumbrada, pero se sentía bien. Aunque en el fondo sentía miedo, vulgarmente se conocía mediante una frase popular "me gusta, pero me asusta".

Por otro lado, los mensajes de texto que venían acompañados de ese molesto vibrar de un teléfono en silencio comenzaron a despertar a alguien, quien pedía a gritos inconscientemente no ser separado de la chica jamás. Esa sensación era mutua

Internamente, sabía que no era la mejor manera de dejarse descubrir por la familia de la chica, tenía que hacer algo, era algo insolente ser atrapado de esa manera .

Sabía que era su móvil, ¿por que siempre tenía que ser a él?

Cayó en cuenta de a quien tenía sosteniendo su brazo como si de una almohada se tratase, imagino que la chica tampoco quería separarse de el, la forma en la que estaba sostenida a él y el a ella. La tomaba por la cintura mientras encajaba su rostro en el cuello dulce de la castaña. La cercanía era tan placentera que decidió contemplar y sentir por unos segundos más. Con ojo abierto y el otro negándose a abrir, busco su móvil por encima de la cabeza de la chica

"Donde estás?" (Charlie, 5:52 am)

No hubo respuesta.

Solo mil ideas vagas en su mente respecto a lo mucho que había disfrutado estar acompañado en algo que no involucrara algo sexual. Bastaba con la presencia de una persona que es importante para el, aunque poco estuviera acostumbrado a acceder a algo así.

Tomó valor, mucho, solo un estupido saldría huyendo.

El era ese estupido.

Rezo torpemente porque la chica fuera de sueño pesado. Después de debatirse entre hacerlo y no , rendido , tomo delicadamente su cuello, dejándolo caer en pausas y lapsos de segundos, tratando de ser lo más cuidadoso. Reposo su cabeza en una almohada terminando de sacar el resto de su cuerpo lentamente de la cama y de los brazos de ella

Cuando la tuvo de frente, tan serena, tan tranquila, se permitió admirar y admitir por primera vez lo mucho que le atraía y la sensación de vacío que comenzaba a apoderarse de su cuerpo y alma al dejarla ahí.

"Puedes utilizar una pijama de mi hermano , te sentirás mas cómodo"

Miro la pijama que llevaba puesta, conmovido ante la preocupación de la chica por hacerlo sentir cómodo en su casa, lo hizo alegrarse y planear llegar a su casa a lavar esa pijama prestada con la intención de volver esa misma tarde a devolverla. Alentado por su nueva excusa para verla , tomó su ropa, cambiándose en completo silencio, procurando ser lo más cuidadoso posible.

Volvió a acercarse a ella, hubiera sido tan satisfactorio y reconfortante amanecer a su lado, pero sabía que no era la forma correcta. No se sentiría bien meter en aprietos a la chica con tal de sacarlo a escondidas de su casa al amanecer

Se permito mirarla dormir unos minutos más y en su mente se percató que había desbloqueado una nueva debilidad, verla dormir.

Salió de esa habitación deseando ser la primera de muchas noches junto a ella.

Tenía un nuevo reto ahora, salir de una casa en la que no sabía dónde estaba, ¿tenía que ir por el garage o por la principal ? ¿Habrá cámaras? ¿Que tan madrugadores son aquí ? ¿Debería caminar un par de cuadras con la motocicleta?

Era una situación en la que ha se había encontrado varías veces anteriormente, un par de casas de chicas con las que pasaba el rato, pero esta vez, se sentía tan comprometido al no ser descubierto, tanto que las manos le empezaban a sudar.

Optó por la opción más inteligente para el en ese momento. Salir por dónde entro

Sin saber que alguien en el segundo piso lo miraba atento a cada movimiento del rizado , este salió con "éxito"

Sam, se había encargado de dejar abierto el garage, sin cuestionar o señalar las acciones y decisiones de su hermana menor, decidió cooperar en esa causa.

Pero, ¿Que llevaba en sus manos?

¿Acaso esa era su pijama?

"Te voy a matar mocosa" pensó

Aunque probablemente en un futuro, esto sería tema de conversación, chantaje  o burla para la chica,

Tal como el chico lo pensó, lo más pertinente era alejarse un par de casas para encender su motocicleta.

Jamás en su vida había sido tan cuidadoso , como lo fue esa madrugada . El rizado tomó camino a su departamento, con unas enormes ganas por volver.

   (...)

Se aferraba a algo, no a alguien, fue la sensación que la hizo despertar en medio de su cama vacía y una almohada a la que abrazaba, por alguna extraña razón, se sorprendió, la sorpresa venía acompañada de un sentimiento de vacío, decidió admitir para sí misma que le hubiera gustado sentirlo a su lado al despertar, pero era un lujo que no podía permitirse.

En su pecho, los sentimientos no dejaron atontarle.

Desconociendo las intenciones del chico, decidió dejar a un lado los pensamientos que estaban a punto de entrar en su mente y levantarse del lugar donde por unas horas, había experimentado una sensación nueva para ella.

Miro la hora en su móvil haciendo a un lado las mil notificaciones que tenia

8:20 am

Su móvil tenía al menos 27 llamadas perdidas, entre esas se podían notar que la mayoría eran sus amigos, a los que estaba segura, les debía una explicación respecto a su repentina huida de la fiesta de anoche.

Con 154 mensajes nuevos en el chat que compartían el grupo de amigos supo que algo andaba mal

"Charlie y Becca...."
"no encuentro a Kyle"

El chat con su hermano le llamó la atención .

"Como pudiste, era mi pijama... dile q la conserve"

El último mensaje la dejó helada.
La habían descubierto.

Una simple necesidad [ Timothée Chalamet ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora