• B I T T E R S W E E T •

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"...Cuando me diste el anillo, prometiste llevarme a la luna"


Lo conoció en un día de invierno, salía de la cafetería mientras sus amigos lo esperaban en una mesa.

Tenía prisa así que no se dio cuenta cuando alguien estaba cruzando la puerta, chocaron y se avergonzó tanto al ver que manchó al contrario.

–¡Coño! Lo lamento tanto, no era mi intención, yo-... —le detuvo oír una risa, ese hombre fornido se estaba riendo.

No te preocupes, no fue tu culpa. Yo lamento que tú café se desperdiciará.

–Oh, no es problema, puedo comprar otro.

–Porfavor, permíteme.

–¿Qué? No podría aceptarlo, que vergüenza, muchas gracias pero-...

–¡Venga ya! Ningún problema, tu lo haz dicho. Anda, vamos por tu café y el mío, y de paso me hablas un poco de ti...—hizo una pausa esperando a que el castaño se presentará.

–Borja, Borja Luzuriaga.

–Ibai Llanos.

Esa tarde, sus amigos le molestaron por haberlos hecho esperar más de dos horas y media por quedarse a hablar con ese tal Ibai.

[...]

Dos semanas pasaron  y recibió una notificación de un número desconocido.

No le prestó atención hasta que leyó.

"Soy Ibai, el de la cafetería"

"¿Cómo conseguiste mi número?"
✓✓

"Fue muy fácil en realidad..."

Comenzaron una charla muy amena en la que le confesaron que le quería pedir su número el mismo pero le dio vergüenza, así que se lo pidió a uno de sus amigos.

Rió a ante aquello y acordaron algún día reunirse de nuevo para charlar.

[...]

Pasaron seis meses y habían formado una muy linda amistad dónde reinaba el cariño y la confianza.

No me terminó de fiar de ese tal Ibai.

–Oh, vamos Auroncito. Sabes que mi corazón solo es tuyo... —le dijo mientras contestaba el mensaje del mencionado por Auron.

–Lo digo en serio Luzu, no me fío de él.

–Talvez debas conocerlo más, antes me decían que eras un monstruo y terminaste siendo un encanto, no te pongas celoso, tu nunca dejarás de ser mi amigo por Ibai.

–... Yo no apruebo mucho esos sentimientos que estás desarrollando por él, pero voy a apoyarte en esto. Pero si algo llega a ocurrir con él, no dudes en decírmelo, mi niño.

–Gracias honey...

[...]

Y así pasó, después de tantos intentos, citas y paseos en barca fallidos, terminaron oficiando una bella relación de la cual ambos se encontraban muy alegres, llevaban cuatro años en los que ambos se demostraron su afecto y confianza mutua.

Se encontraban paseando por el parque, hacia frío así que compraron un café mientras iban de la mano.

Fue en un día como estos en los que me tope al castaño más simpático en el planeta y por accidente derramó su café encima mío.

Habló de repente Ibai, sacándole una risita a Luzu.

Y pedí perdón.

–Pero sin duda, ese fue el mejor día, porque pude conocerte. Tal vez no tengo mucho que ofrecerte, soy un completo gilipollas, y aún me queda mucho que aprender, pero quiero aprender a tu lado Luzu.

–¿Ibai?

–Oh Luzuse puso de rodillas sacando una pequeña caja—. No puedo bajarte la luna pero si tú me dejas, prometo llevarte a ella. ¿Te casarías conmigo?

Luzu no aguanto y se lanzo hacia él repitiendo "si" entre cada beso que le daba en el rostro.

Con delicadeza, coloco el anillo en la fina mano del castaño.

[...]

Un "te amo"  fue lo que sello ese compromiso, y un "si quiero" fue lo que definió ese lazo de amor sincero.

Un matrimonio dónde nada les faltó y que pronto decidió formar una familia.

Un pequeño bebé fue lo que les iluminó sus días, con muchas dificultades con la adopción al inicio, pero todo lo superaron juntos.

Cuatro años dónde las sonrisas nunca faltaron.

Nadie estaba listo para lo que iba a ocurrir.

Un día mientras paseaban, Ibai comenzó a hablar con Luzu al ver que este contestaba el mensaje de su amigo Auron, su padrino de bodas y de su hijo.

Algo que afectó mucho a Luzu fue la mala relación que ambos chicos llevaban, ambos eran dominados por los celos. Y ese era un gran problema, uno que nunca espero que marcará su vida permanentemente.

Me podrías contestar.

–Solo estaba comentándome de las inscripciones en la escuela, ¿Hay algo de malo en eso? Hasta donde yo sabía, tu también querías inscribirlo en este año.

–Papis, ¿Me compran helado?

–Seguro cariño, solo espera un poco.

El pequeño salió corriendo a la calle separándose de sus padres.

–No tan rápido jovencito, espera. —Anunció Luzu mientras trataba de alcanzar al niño, pero el agarre de Ibai le impidió seguir avanzando.

No, tu espera, no me puedes dejar con la palabra en la boca.

–¿En serio hablaremos de esto, ahora?

–Luzu debemos aclarar esto antes de que-..

–¡AHH!

Un grito desgarrador los sacó de su para nada tierna burbuja, alertando a ambos hombres. El gritó provino de un pequeño niño, cuando se dieron vuelta, un coche se iba a toda velocidad huyendo de la escena.

Ambos corrieron a la carretera, del otro lado al señor que vendía los helados y un pequeño cochecito en el suelo.

Luzu soltó un grito lleno de dolor, mientras Ibai gritaba por ayuda.

[...]

Lo sucedido fue una noticia que a muchos les sorprendió, sus amigos estaban junto a Luzu pero él ya no podía sonreír como solo él lo hacia.

Luzu había perdido a su bebé. Y con él, una parte de si mismo.

Ibai, lo culpaba por lo ocurrido; le reclamaba que si hubiera estado más atento a él, nada de esto hubiera ocurrido.

Y Luzu, como cada promesa, y cada palabra que le dedicó.

Le creía.

...

Sostenía su teléfono temblando mientras la pantalla se manchaba de finas gotas de agua salina y sangre.

Marcando a un número en concreto de forma desesperada, mientras trataba de calmar sus sollozos.

–¿Alo, con quién habló?

–¿Auron...?Sorbió su nariz.

"Pero en realidad me trajiste al lado oscuro de esta..."

Sorry [Luzbai]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora