Capitulo 4

993 66 6
                                    

Sofia despertó agitada. El sueño que había tenido no había sido uno de los mejores. Al incorporarse en la cama vio sangre en sus manos.

- Otra vez no - susurro negando con la cabeza. Comenzó a toser, fuerte. Le ardía el pecho y estaba escupiendo sangre - ¡Mamá! ¡Mamá! - grito lo mas fuerte que pudo tratando de sostener las lágrimas estaban a punto de estallar. Se escucharon los pasos de la madre corriendo desesperada. Abrió la puerta de golpe y corrio hacia su hija. Tomo su teléfono, marco el numero de la ambulancia y con gritos de desesperación explico lo ocurrido.

Luego de unos minutos Sofia ya había dejado de toser pero estaba pálida y decaída.

- Llama a Fabián - le dijo Sofia casi en un hilo de voz, su madre asintió. Marco el numero un montón de veces pero sonaba en buzón de voz

- Hija no contesta, seguramente esta trabajando - Sofia hizo un pequeño quejido, casi ni se escucho.

- Los sábados no trabaja - susurró. Su madre la miro

- No te preocupes, de seguro volverá a llamar.

Llego la ambulancia, sacaron a Sofia con cuidado en la camilla. La dirigieron al hospital y la llevaron a la sala de urgencias para ser chequeada por el doctor respectivo.

En aquellos momentos Fabián estaba con su hija y Camila.

- Camila, no te la puedes llevar. Ni siquiera te preocupas de ella.

- Claro que si. Joder Fabián ¡Es mi hija!

- Mierda Camila ¡Basta! Ahora vienes y quieres quitarme a mi hija. La cual he cuidado desde que nació y estos últimos cuatro años solo ha estado conmigo. Ni siquiera sabe quien eres - Camila comenzó a llorar con rabia y pena. Pero debía ser así. Antonella necesitaba a alguien que la cuidara no que la dejara en casa de sus padres. Pero ya tenia ocho años y sabia lo que sucedía.

De pronto, el teléfono de Fabián sonó. Eran mensajes. Mi amor esta tratando de comunicarse contigo. Tenia nueve llamadas perdidas.

- Mierda. Antonella vamos.

- Hijo de p... - Fabián no alcanzó a escuchar el final de aquella frase pues ya había cerrado la puerta y llevaba a Antonella de la mano. Comenzó a marcar el numero de Sofia pero no contestaba.

- Mierda mierda mierda mierda

- Papá ¿Qué es mierda? - Fabián la miro. Se inclino hacia ella y la abrazó.

- Perdona hija, papá es un tonto y no sabe lo que dice. - Ella sonrió y lo abrazó. Últimamente para Fabián solo habían dos cosas importantes. Antonella y Sofia. Las únicas que podían arreglarle el día. Llamo a la madre de Sofia y el al fín contestó.

- Hola Fabián, si preguntas por la Sofi. Estamos en el hospital, ocurrió otra vez. Ahora la esta viendo el doctor - le recorrió un frío por todo el cuerpo.

- Vale... Voy para allá.

Cortó, ni se despidió. Estaba muy asustado, no quería perderla. Sabia que la ultima vez estuvo a punto de morir. Su enfermedad estaba empeorando. Corrió para tomar el autobús y al llegar al hospital se encontro con su suegra. La saludo

- ¿Como está?

- Aun no lo se hijo, no han dicho nada - dijo aguantándose las lágrimas - Estoy tan preocupada. ¿Y si... - no aguanto mas y comenzó a llorar, tapándose la cara con las manos. Fabián la abrazó y sintió su dolor, pues tenia el mismo miedo.

- No se preocupe... Todo... - no pudo decir mas, tenia un nudo en la garganta inmenso.

Estaban fuera, en la sala de espera. Veían enfermas corriendo y doctores caminando a paso apresurado. No sabían que ocurría, esperaban que no fuera nada malo. No esperaban, mejor dicho lo deseaban con todas sus fuerzas.

Perdón por haber demorado tanto :( He tenido un par de problemillas personales y bueno nada. He hecho otra novela se llama "The first" de comienzo no esta muy buena pero les aseguro que el desenlace sera buenisimo :(
Besitos

Como arena entre los dedosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora