Capítulo 6

814 61 3
                                    

Hola! No subí capítulos lo , dije que seria el próximo día lo , ¿Qué me está pasando? Es lo que menos se...

Claramente Fabián no estaba en sus mejores momentos, al día siguiente de la recaída de Sofia lo despidieron de su trabajo lo cual era sumamente riesgoso para mantener a Antonella con él. Su madre se estaba separando de su pareja y su padre estaba severamente enfermo. ¿Qué sucedía con la vida que le daba tantos golpes?

Aquel día en que Sofia se habia desamayado otra vez estaba lloviendo y la mayoría de las veces que llovía todo iba mal. Fabían tenía un mal presentimiento aunque quería creer lo contrario.

Al día siguiente iría al hospital para ir a ver a la muchacha, Antonella quería ir pero no la dejaban entrar. El solo hecho de que no dejaran entrar niños ya era un mal indicio de la situación de Sofía. Aquella noche Fabián no durmió nada, absolutamente nada. Se pasó las pocas horas que tenía para cerrar los ojos pensando en las posibilidades de quedar sin el amor de Sofía. Comenzó a recordar todos los buenos momentos que pasaron juntos, las veces que Sofía se escapó de casa para estar con él, sus celos, sus bromas, todo... y entre tantas cosas, la angustia comenzó a tomar posesión de él, sentía un nudo en la garganta, quería llorar, explotar. Sofia pudo hacer todo eso para estar con él pero no podía hacer nada para ayudarla a ella. Que puta ironía. Se levantó apenas pudo, en fin ya no había podido dormir y no tenía sentido que siguiera allí acostado. Fue al baño y se mojó la cara mirandose en el espejo. "Eres una mierda" susurraba para que la pequeña no lo escuchara. En cuanto estuvo listo salió, fue a dejar a su hija con su abuela y se dirigió al hospital.

Realizó todos los trámites correspondientes y se sentó a esperar que le dijeran donde estaba la joven. Pasó aproximadamente una hora en la que los nervios de Fabian aumentaban ya que nadie salia a su encuentro, hasta que el mismo doctor que habia dado la noticia del coma salió de un pasillo y se dirigió hacia él.

- Buenos días

- Buenos días doctor que alivio que al fin puedo verlo

- Si... bueno señor Fabián. Seré sincero

- Si, por supuesto - la expresión de Fabian cambió rotundamente... la tormenta se acercaba.

- Sofia está presentando síntomas desconocidos en lo que respecta a su enfermedad, estamos haciendo todos los examenes que esten a nuestro alcance para averiguar que es esto. Solo le pido que este preparado en caso de cualquier cosa y que esta conversación que hemos tenido aun no se la comunique a la madre de la niña. Podría causar un estrago inconveniente en este momento.

- ...

- Lo lamento mucho, hasta luego.

- ...

El rostro de Fabian no tenía expresión. Quería llorar por supuesto pero tambien quería gritar. ¿Por qué la vida se empeñaba en destruirlo? Salió lo más rapido que pudo del hospital y sintió una gota en su mejilla. La de la lluvia o la gran tormentaba que se avecinaba en su vida.

Como arena entre los dedosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora