El techo de su cuarto era completamente negro, sin tener si quiera el mínimo hueco en blanco.
La joven princesa le había preguntado a sus tíos si podría pintar una galaxia en él, para así observarlo y perderse en el universo en momentos como en el que se encontraba a en ese preciso instante. Aburrida, frustrada, indecisa, confundida.
Nicolette no tenía nada que hacer, impresionante, pero no tenía absolutamente ninguna tarea o proyecto o algo.
Iban ya tres semanas de clases, estaban a 4 de octubre y la chica no tenía nada que hacer.
Sus profesores mandaban muy poca tarea, y la que tenía que hacer ya la había terminado el mismo día que había sido asignada y en menos de dos horas.
Sus cuadernos y libros de texto con notas de estudio y párrafos resaltados estaban esparcidos por el suelo, a Nicolette ya no le entraba más información en la cabeza.
Junto a ella estaba el libro que el profesor Peters, de literatura había mandado a leer y analizar, Matar a un Ruiseñor, libro del cual Nicolette tenía ya tres ensayos en su laptop.
La chica cerró los ojos, agotada mientras escuchaba la música salir de las cornetas a las que estaba conectado su IPod.
"It's time to begin, isn't it?
I get a little bit bigger
But then, I'll admit, I'm just the same as I was
Now don't you understand?
That I'm never changing who I am"La chica bufó.
-Irónico, ¿no es cierto Nicolette? - susurró mientras extendía sus brazos sobre su cama, soltando un suspiro irritado.
Tres semanas de clases y prácticas con Vanessa y Elliot y aún no lograba deshacerse de su porte de princesa, no sabía como mostrar timidez o debilidad, extraño, pero le era bastante difícil actuar como una chica introvertida.
La chica se estiró mientras la música cambiaba aleatoriamente y sus ojos se mantenían fijos en su oscuro techo.
Un suave golpe sonó contra la puerta de la habitación de Nicolette, y ella girando sobre su estómago y soltando un gruñido se puso de pie para abrirla.
Elliot estaba parado frente a la habitación con las manos en los bolsillos de su pantalón, el chico hizo una reverencia cuando la princesa abrió la puerta y sonrió levemente.
-Vanessa y yo ya nos vamos alteza, le deseamos buenas noches.
La chica levantó la barbilla y se cruzó de brazos.
-Les he repetido varias veces ya que por favor me llamen por mi nombre, estoy cansada de formalidades.
-Nicolette, - dijo Elliot acercándose - ¿estás bien?
La chica suspiró y bajó la mirada, Vanessa la había regañado bastante feo esa tarde por aún no saber actuar su personaje.
"- ¡ES POR CULPA DE TU INÚTIL ACTUACIÓN QUE SON DESCUBIERTOS EN CADA CIUDAD QUE VAN! ¿¡QUÉ TAL SI TE CONCENTRAS Y HACES ALGO BIEN!?" Había gritado la pelirroja molesta. Y Nicolette se dio media vuelta y se fue corriendo a su habitación, donde se encerró toda la tarde con la música a todo volumen.
La chica suspiró.
-Le doy la razón, pero el grito me tomó por sorpresa, no me esperaba a Vanessa perdiendo los estribos de ese modo.
-Sé que te estás esforzando Nicolette, - susurró Elliot - pero...
-Pero, ¿qué? - preguntó ella alzando una ceja - Simplemente no puedo deshacerme de mi educación, así de simple.
-Correctamente, no dejes de intentarlo, mírate al espejo, mira películas, series, lee libros y revistas, pon de tu parte. Hacemos esto para ayudarte.
-Lo sé pero, Elliot - dijo ella tomando su codo derecho con su mano izquierda y mirando el suelo - tengo 13 años de enseñanzas de etiqueta, no es así de sencillo.
Cuando la chica volvió a levantar el rostro se encontró a un muy sonriente Elliot y ella frunció el ceño, confundida.
-¿Te parece gracioso?
El chico rió y negó con la cabeza.-Lo que acabas de hacer es justamente lo que queremos, cruzarse de brazos y bajar la mirada es señal de timidez e incomodidad.
Nicolette pestañeó repetidas veces, comprendiendo lo que Elliot acababa de decirle, y luego sonrió.
-O sea que...
-¡Estás progresando! - exclamó el chico - Sabía que había una típica adolescente dentro de tu pinta de princesa.
La chica se cruzó de brazos y levantó una ceja, sonriendo ladina.
-¿Pinta de princesa?
Elliot rió.
-Tu me entendiste...
-Por supuesto - respondió ella volteando los ojos y retrocediendo - Buenas noches Elliot.
-Buenas noches, princesa.
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Alza la Barbilla
Teen FictionImagina que tuvieras la habilidad de ver el aura de las personas, saber cómo son con tan sólo ver el color que las rodea, sentir las energías de una habitación, ver las relaciones de las personas, si son amigos, enemigos, si se aman, si se odian... ...