Prefacio

2.6K 290 147
                                    

  La nieve descendía parsimoniosa de los cielos plomizos y las nubes opacaban el poderío del astro rey en pleno mediodía. Los grados inferiores ahuyentaban a los pueblerinos del tumulto e instaban a los campesinos de monte a permanecer al calor de sus chimeneas; los senderos yacían sin un alma, sin un solo espectador.

  Aquella montaña revestida de blanco fausto y atiborrada de cúmulos boscosos y espesos escondía en su territorio un inusual galardón. Nada de un tesoro mítico o palabrerías de padres recelosos de sus curiosos hijos exploradores. Aquello resultaba ser una criatura, que muchos consideraban meramente folclórica, que había estado dormitando en el más inhóspito boscaje por una cifra superior a los quinientos años.

  Su prolongada cabellera se atisbaba desparramada en la pálida superficie cubierta de suave nieve, asemejando lava ardiente dispersa en curvos surcos rojos. Muchos de sus extensos mechones de rojo burdeo invalidaban la visualización indecente de las zonas más íntimas de su desnuda estampa, de una manera tan casual y artística que parecían trazados de pincel de tinta.

En su tersa tez canela se admiraban impresas múltiples marcas que poseían, cada una, un fulgor raro. Brillaban cual llamaradas navegando en su curvilíneo cuerpo, literalmente.

  Arribando nuevamente a su cabeza, graciosamente oblicua, en su regia frente se presenciaba del lado izquierdo un afilado cuerno azabache y del derecho otra formación, más notoria, de aquellas marcas flamantes.

  Su expresión se denotaba sumisa y apacible, con la pequeña boca ligeramente abierta asumiendo el trabajo respiratorio que su respingada nariz no ejercía y las pestañas negras clausuradas hermosamente. A consciencia de una mirada ignorante pareciese solo un extraño jovenzuelo, estancado en la adolescencia, descansando en la nevada comodidad, regocijándose de un sueño que en pocos minutos olvidaría tras despertar. No obstante, la realidad distaba a kilómetros de dicha posibilidad.

  El ser que reposaba en el suelo albino, encrucijado de las frondosas ramificaciones de los árboles deshojados del invierno, del cual el solo avistamiento de su melena y marcas llameantes causaría furor e incluso veneración: Un demonio.

  Sin embargo no era otro simple perteneciente de la tan abyecta estirpe de devora hombres. En sus venas escocía la sangre noble del Primer Gran Emperador Demonio, sentenciado a la “Condena del Alba” por la humanidad en el retroceso de quinientos años. Y, a relato de la trascendental leyenda, luego de su incineración, de sus cenizas y sus brasas nacieron otros dos demonios de casta providencia, denominados por el vulgo como el Demonio Negro y el Demonio Rojo, respectivamente.

  Ese era él, descendiente de las brasas del ancestral regente causante de múltiples calamidades a la raza humana: el Demonio Rojo. Hijo del fuego que extinguió la vida del más vil ser existido, monstruo a ojos de temerosos y cobardes, salvación a palabras de los estudiosos de su leyenda y posible origen. Todavía permaneciendo víctima de un sueño de dudoso cúlmine. Pues de haber sobrellevado cinco siglos con su consciencia inactiva, ¿qué inconvenientes vería en soñar otros cinco, o quizás diez siglos más?

  Una serie de incógnitas eran sumadas con esto último. ¿Qué habría estado soñando por más de quinientos años? ¿Acaso es que soñaría algo, o solo se mantenía en tinieblas? ¿Tendría algún día una motivación capaz de liberarle de su letargo?

Tal vez pronto, tal vez nunca, tal vez... ¿Ahora?

  Sin previo aviso un fuego fatuo emergió cercano a su oreja y se diluyó efímero en la brisa gélida.

“Debes protegerlos”

  Un tenor calmo repercutió en su inconsciencia, perdiéndose como el eco de pasos en una caverna. Alguien había allanado la muda morada de su subconsciente. Un hombre, delatado por su voz gutural e imperativa. Un hombre le había exhortado, más bien, le había ordenado a una causa, a proteger un plural. Pero, ¿que era aquello que debía cuidar con tanto ahínco?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 28, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El Beso del Demonio Rojo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora