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Los recuerdos pueden ser una gran agonía en tu vida, y más, cuando te aferras a ellos.

Soñar y nunca más despertar eran cosas que a veces pensaba seriamente en hacer.

Soñar con ese hombre al que tanto amaba, imaginar que tenía una vida a su lado, en compañía de sus tres hijos a los cuales amaba con todo su corazón y entrenaba diariamente.

Soñar que aquel hombre lo visitaba en su despacho, que iban a misiones juntos, que eran un dúo invencible.

Tantos eran aquellos sueños que a veces se perdía en ellos y cuando regresaba a la realidad, su corazón no lo soportaba.

Se levantó de su silla y caminó a ese ventanal en donde podía ver las calles de konoha.

Frunció el ceño al ver como esos aldeanos reían y caminaban en familia, como todas esas personas vivían despreocupados de la vida.

"ellos son los culpables"

Miro por encima del hombro esos documentos, todos y cada uno de ellos con quejas y pedidos de esas personas.

¿Por qué tenía que corregir los errores de otras personas? ¿Qué no podían pensar por ellos mismos?

"Por qué son idiotas"

Si, lo eran, no podían hacer nada por ellos mismos, tenían que molestar a su hokage con cosas sin importancia.

Eran tan idiotas que gran parte de su vida sufrió por su ignorancia, siendo maltratado, golpeado e ignorado.

Apretó los puños, ¿Por qué aún permanecía en esa aldea? ¿Por qué no la dejaba? ¿Por qué se quedaba a sufrir en aquel lugar?

La razón era simple, tenía 30 años, ¡había perdido 30 malditos años de su vida!

Al menos un poco de ese tiempo lo vivió a lado de esa persona, y aquellos momentos no fueron perdidos.

Algunos golpes en su puerta llamaron su atención, se limpió las lágrimas que bajaban por sus mejillas.

Respiro para tranquilizarse y cuando se sintió en condiciones, decidió hablar.

Adelante -

En ningún momento miro de quien se trataba, se mantuvo en su lugar admirando a la aldea.

Naruto? -

Rodo los ojos fastidiado por escuchar, nuevamente, aquella voz.

Dio media vuelta, sorprendiéndose al ver gran parte de los chicos de su generación, pues no podía llamarlos amigos.

Hemos venido para que tomes un descanso - tenten fue la primera en hablar, se sentía algo incomoda por la intensa mirada del rubio.

Debes descansar, porque no vamos a tomar algo? - kiba dudo en acercarse, no sabía en qué momento se hizo tan complicado hablar con el rubio.

Lo siento, estoy ocupado - suspiro, sentándose en su silla, y tomando algunos documentos.

"solo vienen a burlarse de tu dolor"

Frunció el ceño ante esa oscura voz, aquella que con cada palabra que decía, lo confundía.

Oh vamos naruto, a veces es mejor dejar de lado el trabajo por unos minutos, para poder hacer lo que uno quiere -

Las palabras de Sakura estremecieron todo su cuerpo, cerró sus ojos tratando de que aquello no le afectará, pero los recuerdos inundaban su mente.

"lo dice por qué ella lo ha hecho"

Negó con su cabeza tratando de no escuchar esa voz

Aquel comportamiento preocupo a los chicos quienes se acercaron para ver qué es lo que tenía naruto

Oye, estas bien? - kiba iba a tocar su hombro pero el rubio se levantó rápidamente y miró con sus ojos rojos a todo el grupo

LARGO -

Aquel tono de voz retumbó en el edificio, llamando la atención de varias personas pero en especial de dos de ellas.

Al lugar llegaron shikamaru y kakashi, el peliplata vio con horror el estado en el que se encontraba el rubio.

Corrió hacia él y lo abrazo, tratado de tranquilizarlo, mientras que shikamaru sacaba a todos de la oficina y dejando al profesor a cargo de su alumno.

Quién les dio el permiso de entrar? - shikamaru estaba demasiado molesto con ese grupo.

Esperaba una respuesta coherente, pero conociendo a la pelirosa, era evidente lo que había pasado, pues aquella mujer se cree la dueña de todos y hace lo que ella quiere.

Es mejor que se vayan -

Pe...pero - Sakura se calló al ver la mirada fría de ese azabache.

Todos se miraron por unos segundos para después comenzar a retirarse del lugar.

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Ya.. Ya.. Ahh... itachi -

El rubio tenía sobre su cuerpo a un azabache que no dejaba de morder y besar su cuello, podía sentir como unas traviesas manos bajaban a sus pantalones.

Naruto trató de detenerlo, colocando sus manos sobre las contrarias.

E.. Espera.. De.. Debo de guardar mis cosas -

Su respiración estaba muy agitada, y su cuerpo demasiado excitado.

Qué más quisiera tener un momento íntimo con su pareja, pero no podía, pues ese mismo día debía de irse a un viaje de entrenamiento con jiraiya.

No puedo, me he hecho adicto a tu cuerpo -

Itachi deseaba desnudar a su bello novio, tomarlo y mostrarle lo bueno que es en la cama.

Deseaba marcar ese cuerpo tan lindo, quería que ese rubio nunca olvidara el placer que solo él puede darle.

Sabía que debía de detenerse, ese viaje era importante para su rubio, pero no podía evitar que los celos inundaron su cuerpo.

¿Por qué su rubio debía de ir a rescatar a sasuke? ¿Por qué su novio debía de entrenar para estar a la altura de su hermano? ¿Acaso el rubio tenía sentimientos por sasuke?

Aquello lo enojaba que no podía evitar besar con rudeza a ese pequeño chico, quería que olvidara esa estúpida promesa.

Su pequeño no tiene la necesidad de buscar a su hermano, si esa mujer, tanto quiere que sasuke regrese, pues que entrene y ella vaya a buscarlo.

Naruto acaricio el cabello de su amando y tomó en sus manos el rostro del Uchiha.

Te amo - susurro observando esos ojos oscuros que tanto le gusta ver.

Sabía que la cabeza de su novio podía hacerse ideas erróneas, pues una relación a distancia podría ser difícil y llena de inseguridades.

Solo quiero que tu hermano deje esa venganza contra ti, quiero que seas libre, no hago esto por Sakura, lo hago por ti, no quiero que nada te pase -

Itachi sintió un pinchazo en su pecho, aquello lo lleno de felicidad, escuchar esas palabras de su inocente y pequeño niño lo llenaba de tanto amor

Siempre estaremos juntos, mi amado itachi - junto su frente con la de su pareja.

Siempre juntos, mi amado sol -

Proteger a nuestro sol - itachi x narutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora