11

5.3K 512 157
                                    

Caminar por la noche era tan relajante para él, ver la aldea en silencio, con pocas personas trabajando.

Que no lo estén hostigando para que se tomen fotos ni mucho menos para que estos le den información de sus problemas.

Amaba a su aldea, pero a veces se preguntaba si todo lo que hizo y todo a lo que tuvo que decirle adiós había valido la pena para ser hokage.

No era feliz, no tenía un hogar, estaba solo, cubriendo sus sentimientos por esa mascara de un chico feliz y agradecido por la vida.

Se adentró al bosque en donde caminó por varios minutos hasta detenerse en ese lugar, el cual se convirtió en el ataúd para su sensei.

Se sentó en el pasto mirando con atención aquel ramo de papel que konan le había dado.

Unas flores que nunca se marchitaran

Recordó aquellas palabras y no pudo evitar que las lágrimas comenzarán a bajar por sus mejillas.

Le dolía demasiado.

Grito, golpeo el suelo, queriendo eliminar esa sensación de impotencia, de odio y de arrepentimiento que inundaba su corazón.

Desvío su mirada y encontró tres tumbas más, adornadas por hermosas flores de papel, llenos de juguetes y ropa de bebe.

Aquellas eran las tumbas de sus bebes, de sus trillizos a los cuales no pudo salvar.

Dos niñas y un niño, los pequeños que eran el fruto del amor de su itachi y él.

Los cuáles eran el vínculo con ese uchiha, quienes se iban a convertir en su esperanza y sus ganas de vivir.

Pero la vida es tan perra con él, que le quito lo único que tenía.

Apretó los puños ¿por qué sus hijos debían de estar ahí, y no dentro de la aldea?

Fácil, por qué al consejo no le gustaría saber que el jinchuriki podía tener hijos, que por esa gente, sus bebés estén en ese lugar, sin haber tenido una sepultura correcta.

Aquellas cosas eran las que lo llenaban de preguntas.

¿Todo valió la pena?

¿Debía de continuar con esa farsa de matrimonio?

¿Por qué había aceptado en primer lugar?

Estaba cegado en su tristeza, que fue fácilmente manipulado por esa mujer, no desconfío de ella, se dejó consolar por esa chica.

Lo cual fue una mala elección.

Y más cuando se dio cuenta que se había acostado con ella

Las ganas de vomitar que sintió ese día, no se comparan con los de su embarazo.

Se sintió tan horrible, se culpó de aquello, pensó que le había sido infiel a su amando.

Tantas fueron los sentimientos negativos que rodearon su vida que terminó por quebrarse, y sólo ser un títere más de esa aldea.

Nadie se dio cuenta del abismo en el cual vivía, ni de cómo su vida se había arruinado por completo

Muy pocas personas fueron los que lo ayudaron, pero los demás sólo lo dejaron hundirse, entregando su vida a lo que él consejo ordenara.

Su mente le mostró dos personas, las cuales odia con toda su alma, pero que por su promesa no puede lastimar.

Sakura haruno y sasuke uchiha.

Las personas que arruinaron su vida.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

[Pasado]

Buenos días mi amado Sol - itachi besaba el hombro y el cuello del rubio mientras que este solo reía.- ¿cómo has amanecido? ¿Te duele algo? ¿Te sientes mal? ¿Te traigo algo?

Naruto beso los labios del uchiha, deteniendo los balbuceos de ese hombre.

Estoy bien, solo un poco adolorido -

Qué alivio - itachi observaba fijamente el bello rostro sonriente de su amado.

Su cuerpo estaba lleno de marcas y sus labios algo hinchados por las decenas de besos que compartieron en la noche.

Su corazón se llenó de tanta calidez que sólo optó por estrechar entre sus brazos a su pequeño amor.

No podía ocultar la enorme felicidad que sentía en esos momentos.

Gracias -

Naruto se sonrojo ante aquellas palabras, acarició el pecho del azabache.

Por qué me agradeces?, no he hecho nada que lo amerite -

Te agradezco por permitir tomar tu cuerpo de esa manera, por dejarme entrar a tu corazón y por confiar en mí en todo momento -

Pequeñas lágrimas se apoderaban de sus ojos, oculto su rostro en el pecho de su amado, no podía con tanto amor.

A veces pensaba que todo era un sueño y que él sigue solo en su habitación persiguiendo sus sueños.

Pero esos detalles y las palabras de itachi, siempre le mostraban su realidad, tenía un novio.

El cual en cada momento que comparten juntos, le muestra cuanto lo ama, como lo respeta y como siempre está en sus pensamientos.

No podía creer que tenía un novio tan maravilloso, era una joya que no permitiría que nadie se lo quite

N.. No tienes por qué agradecerme, te amo, y sé que nunca me lastimarías -

Aquellas palabras le provocaron diferentes sentimientos, felicidad por tener la confianza y el amor de su pequeño sol, pero también arrepentimiento por no poder aclarar sus pensamientos.

Seguía en ese abismo del cual deseaba salir, deseaba tomar una decisión, debía de hablar con su amigo al respecto.

Tranquilo cariño, te amaré por siempre, - alzó el rostro del bello rubio y le dio un pequeño beso.

El rubio subió sus manos al cuello del azabache, sintiendo como poco a poco el ambiente comenzaba a calentarse.

Naruto subió su cuerpo lentamente hasta quedar sobre el Uchiha sin despegar sus labios, mientras que itachi lo tomaba de las caderas.

Sus cuerpos comenzaban a despertar por esas acaricias tan acaloradas, pero algunos golpes en la puerta los detuvieron.

En unos minutos, tento sama se retirara del hostal, contamos con sus cuidados. -

Naruto bufo por lo bajo, estaba enojado porque su tiempo con su novio haya acabado, ahora debían de regresar a casa.

De acuerdo, allí estaremos -

Itachi escucho como aquella persona se alejaba y regresó su mirada a su pequeño ángel, sonrió al ver el puchero en su rostro.

Tranquilo amor, ya tendremos más momentos para nosotros -

Itachi le dio un último beso, para poder comenzar a guardar todo y prepararse para continuar con su misión.

********************

Hagan sus teorías.

Es comprensible el odio a sasuke, pero ¿a Sakura?

Como han visto esta historia se llenará de momentos lindos con el naruto del pasado y tristes con el naruto del futuro.

Será un balance para que no anden llorando durante todo el capítulo.

Proteger a nuestro sol - itachi x narutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora