Yuta había aparecido en la residencia después del trabajo, sintiéndose de lo más expectante.
Para su sorpresa, la reunión solamente tenía la intención de ser una charla tutor a tutor, cosa que realmente le cautivó.
Jungwoo en verdad cuidaba de ellos con devoción.
Después del té (uno japonés que el menor se había molestado en conseguir), Jungwoo le ofreció amablemente un tour por la casa.
Llegaron a la sala de estar, encontrándola tan iluminada y cálida como de costumbre.
- Esta habitación casi no la utilizamos – comentó casual – solamente cuando mi esposo está en casa, y eso es casi nunca últimamente –
El mayor no pudo ignorar la sonrisa cargada de tristeza de su anfitrión.
- Que bonitas flores – señaló, tratando de aligerar el ambiente.
- Gracias – se acercó a arreglar el jarrón – aunque se ve un poco triste la combinación –
- Puedes usar hortensias si quieres darle volumen – se acercó también – poner un mandil de un color vibrante para que resalte los pasteles. Un color pastel le dará una imagen más fría, no te lo recomiendo para un lugar como este –
- Un mandil como... ¿amarillo? –
- Tal vez mostaza – miró la habitación - queda con tus muebles -
El menor lo miró impresionado.
- ¿Y qué me dices si quiero, no sé, decorar una fiesta con un tema rosado? –
- Nada color verde – negó – lo haría verse corriente. Al menos los fuertes. Los secos podrían ser una buena compañía, pero le apostaría más a explotar el rosa en sus muchas tonalidades –
- ¿Y una terraza? –
- Normalmente los árboles pequeños funcionan bien. Si tienes alguna clase de evento, puedes decorarlos con algunas luces. Incluso flores –
Jungwoo asintió pensativo, antes de meter una mano en su bolsillo y sacar una plantilla.
- ¿Puedes decirme la base de color de esta muestra? –
- Ocre – respondió con simpleza – no lo confundas con el naranja, no es lo mismo – rió.
Jungwoo juntó sus manos en un aplauso y sonrió brillante.
- Yuta – llamó emocionado.
- ¿Jungwoo? –
- Yuta, Yuta, Yuta – repitió, acercándose a él para acortar la distancia, haciéndole retroceder.
- ¿S-sí? –
- ¿Considerarías trabajar como asistente directivo de un pequeño empresario que planifica ostentosas fiestas? –
El japonés rió avergonzado y negó.
- No creo que yo sirva de mucho –
- ¿Qué dices? Acabas de planear la decoración de dos eventos en menos de cinco minutos –
- No tengo mucha experiencia en eso –
- Por favor – apretó su hombro – yo te ayudaré –
- Jungwoo... -
- Porfis – hizo un puchero.
El mayor lo miró, hipnotizado.
- ¿Qué diablos? – sonrió – estoy dentro –
- Bien – dio un pequeño saltito – no te arrepentirás, lo prometo –
- Y finalmente, la revolución ucraniana, que inició en 1917 y terminó en... -
- Lo tienes – murmuró.
- ¿1921? –
- ¡Sí! – lo agitó, tomándolo por los hombros – ¡lo recuerdas! –
- Lo recuerdo – repitió emocionado.
- Lo estás haciendo muy bien – sostuvo una de sus manos sobre la mesa – deberías sentirte orgulloso –
Jisung no supo que responder, su mente vagando en la pesada mano entrelazada con la suya.
Por favor, abre la puta boca.
- ¿Jeno? – llamaron desde la puerta – Yuta quiere saber si estás listo –
- Lo estoy – asintió levantándose – muy bien, Jisung. Ya tienes todas las revoluciones. Mañana podemos iniciar con las dos guerras –
- Sí – asintió torpemente – claro –
- Hasta mañana, genio – se despidió, revolviendo su cabello – gracias, Jungwoo –
- De nada – dijo gentilmente antes de girarse al menor entornando sus ojos, a lo que el otro respondió desviando la mirada, avergonzado.
- ¿Ya terminaste? – preguntó Yuta cuando el menor lo alcanzó en la estancia.
- Sí, volveré mañana –
- Bien – le cedió el paso - ¿cómo van las clases? –
- Excelentes – celebró – Jisung está aprendiendo rápido. A veces olvida un par de detalles pero nada para reprobar –
- Bien - asintió distraídamente, saliendo de la vivienda – eso es bueno –
- Lo es –
Caminaron calle abajo en un cómodo y familiar silencio.
- Y... – miró al menor - ¿qué quieres hacer ahora? –
- No sé – se encogió de hombros - ¿quieres buscar algo para cenar? –
- Estaba pensando en ir a un orfanato a buscar niños para herir sus sentimientos. Incluso podemos hacerlos llorar. Suena divertido ¿no? –
Jeno lo miró horrorizado.
- ¡¿Qué mierda te sucede?! – sacudió la cabeza – ¡eso no es siquiera gracioso!
- ¿Ahora te molesta? – frunció el ceño – porque no pareció importarte mucho la condición de Jisung cuando te burlaste de él –
El menor se congeló.
- ¿Qué? –
- Hazte un favor – aconsejó – no digas cosas al aire si no conoces la situación, Jeno. Puedes dañar los sentimientos de las personas –
- Yo no sabía... -
- Ya sé, todos lo sabemos, pero eso no cambia nada –
- ¿Cómo sucedió? –
- Un accidente automovilístico – murmuró – estaba lluvioso –
- Por Dios –
- Lo sé – concordó – sólo, por favor, cuida lo que dices -
- Lo haré, lo prometo –
- Sé que lo harás. Eres un buen chico – apretó su hombro – ahora vamos a cenar. Podemos invertir más esta noche –
- Seguro – dijo sin notar el sentido en sus palabras.
Su cabeza aún estando en toda la basura que había dicho aquella vez.
Mierda.
Actualización express.
Si recuerdan, Jeno se refirió a Jisung como un "típico niño al que mami y papi no le ponen atención" en el capítulo 02, y Jisung es huérfano. Por eso lo reprende Yuta. Por que dijo algo insensible.
¿Preguntas?
YOU ARE READING
My kind of love
RandomJisung encontró el amor donde menos lo esperaba, pero no lo entendió. Todo era intenso y abrumador. Buscó respuestas, y consiguió muchas, pero él sólo quería saber una cosa: ¿cuál era su tipo de amor?