Y así concluye esta triste historia que, aunque de un modo retorcido, también fuera graciosa.
Al final no fue culpable el gato. Menuda decepción de asesinato. Con el crimen resuelto, solo queda cerrar el caso y esperar que no se repita de nuevo semejante espectáculo.
A partir de hoy, cada vez que un zurullo se deje olvidado en las aceras o en los parques, los vecinos recordarán sin duda este desfavorable suceso.
Esperemos que esto sea suficiente para remover su conciencia y empujarles a recoger la mierda. Pero de no ser así, una pequeña sanción de unas seiscientas monedas, les ayudará seguro a despejar las calles de estas apestosas minas antipersona, que ya se han llevado por delante la vida de un pobre perro y la de una insufrible anciana.
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El asesinato de mi perro© |COMPLETA|
Humor⚠️La autora no se hace cargo de traumas o dolores musculares por ataques de risa⚠️ ** Mi perro y una vieja han sido brutalmente asesinados. ¿Quién será el asesino? ¿Por qué lo hizo? ¿Cuál fue el arma homicida? Las respuestas a estas preguntas se ha...