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Lo que restaba del fin de semana había pasado volando y Chuuya volvía estar atrapado junto a Dazai en esa aburrida aula, aunque para el chico de vendaje no lo era, mientras pudiera ver a su amigo profesor, sus lunes serían dinámicos debido a la confianza que le tenía.  

—Se que recién iniciamos las clases la semana pasada, pero espero que estén avanzando en sus informes, la Universidad es dura así que no se den el privilegio de procrastinar —Chuuya miró de reojo a Dazai que solo miraba atentamente al profesor, frunció el entre cejo al notar como sus ojos brillaban y esbozaba una sonrisa por cada palabra que Odasaku decía, "de seguro es mi imaginación", pensó Chuuya —Ahora pueden abandonar el aula, nos vemos la próxima semana. —ante las palabras de Oda los alumnos de inmediato abandonaron el lugar, el pelirrojo iba a hacer lo mismo pero se vio interrumpido por la llegada de un chico a su banco.

—Nakahara-kun, ¿no quieres ir con nosotros a la cafetería que acaba de abrir cerca de aquí? —el chico de cabello rojo miraba sonriente al más bajo, con la esperanza de que diera una respuesta positiva. 

—Tachihara—era el apellido del chico que había conocido la semana pasada en los pasillos, y se había dado cuenta que eran compañeros—Me gustaría ir, pero tengo que estar en casa antes de las cinco, debo hacer algo—se rascó la nuca algo apenado. 

—Te prometo que te soltaremos a la hora que creas conveniente, es que mis amigos quieren conocerte—juntó sus manos en forma de suplica, Nakahara lo había pensado bien, si llega unos minutos tarde al hospital no le haría daño a nadie, ¿o si? 

—Está bien, pero solo será un  rato, ¿de acuerdo?—pudo ver la emoción de Tachihara en sus ojos. 

—¡Entonces vamos!—tomó el brazo de Chuuya con delicadeza para llevárselo—Pero antes...¿tú compañero está bien?—apuntó disimuladamente hacía el chico castaño que estaba sentado con su cabeza en el banco mientras sacaba baba de su boca,.

—¡Déjalo, ya se murió! —Chuuya empujó rápidamente a Tachihara afuera del aula, quería marcharse lo antes posible. 

Dazai vio como el más bajo se iba con el otro chico, su cabeza aún se mantenía en la misma posición, no tenía ganas de nada, lo había dado todo en la clase y solo quería descansar, pero tampoco quería volver a su casa para ver al molesto de Fyodor. 

—Que difícil tener a un profesor como amigo—estiró sus brazos mientras bostezaba, mientras maldecía su día, una rutina que nunca puede faltar—Además no hay nadie interesante en esta Universidad—se levantó de su asiento en busca de un panorama que pudiera distraerlo, aunque lo dudaba.

—Disculpa...—escuchó a un chico a lo lejos—¿En este aula estaba Sakunosuke-sensei? —era un chico albino de ojos color miel, su corte de cabello era algo extraño, pero se iba a ahorrar comentarios, se veía desorientado. 

—Si, acaba de irse hace unos minutos—el albino suspiró con frustración—¿Para que lo buscas?

—Oh bueno, mi profesor de literatura antigua pidió que le entregara unos informes, pero no lo encuentro en ninguna parte—notó la expresión de derrota a lo que Dazai sonrió

—¿Cuál es tu nombre?

 —Eh...Nakajima Atsushi, ¿y el tuyo?—preguntó el chico con timidez, al alto se le hizo adorable

—Me llamo Dazai, Dazai Osamu y te ayudaré a encontrar a Sakunosuke-sensei—propuso con emoción, de todos modos no tenía otra cosa más interesante que hacer

—¿De verdad? ¡Muchas gracias!—si que se le veía feliz—Pero tienes alguna de dónde está—Dazai asintió entusiasmado. 

—¿Así que eres estudiante de Literatura?—caminaban por los pasillos de la facultad, su destino era la sala de profesores, Dazai había confirmado que Oda se encontraba en ese lugar a través de un mensaje de texto.

guerra fría | soukoku/fyoya. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora