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Seokjin caminaba con nerviosismo hacia su trabajo, le había costado un poco de tiempo adaptarse a este nuevo ser que ahora era pero estaba intentándolo con fuerza.

Las cosas parecían estar en su contra desde el momento en que puso un pie en la calle. Había chocado con algunas personas al andar, su cuerpo era más pequeño por lo que tenía que buscar la forma de ver hacia adelante por sobre los cuerpos de los hombres que cubrían su campo de visión, sus piernas eran más cortas por lo que sus pasos eran mucho más pequeños y debía cubrir mucho más terreno para avanzar. Una vez en el subterráneo terminó a un lado de un poste cerca de la puerta de entrada, no había alcanzado un  asiento y la verdad era que su cuerpo se sentía extraño por lo que cada movimiento del vagón lo llevaba con él. Se sintió súper extraño y en extremo incómodo cuando, en más de una ocasión, hombres pasaban cerca de ella y le tocaban el trasero o los senos "sin querer", eso fue hasta que un grupo de chicas le llamó y le invitó a unirse a ellas.

- Gracias - murmuró con vergüenza.

¿Cómo era posible que hubiera hombres tan sucios y poco decentes que no habían dudado ni un momento en tocar su cuerpo como si este estuviera disponible?

- No es nada, ¿no eres de por aquí verdad? - pregunto una pequeña rubia con una sonrisa muy contagiosa.

- No, recién llegué ayer por la noche - mintió a medias Seokjin, si bien llevaba casi la mitad de su vida en la ciudad, era su primera vez siendo una mujer.

- Entendemos eso - otra chica, una peli violeta un poco más alta que la rubia sonrió y miró a las otras tres que las acompañaban.

- Te daremos un consejo - una peli naranja comenzó a hablar mientras acercaba a Jin a que se incluyera en el centro del grupo - cuando vengas sola por el subterráneo o en cualquier colectivo, procura mantenerte cerca de la puerta pero con tu trasero pegado a las paredes.

- Y si puedes coloca tu bolso sobre tu pecho. Con eso puedes evitar el toque indeseado de las personas - hablo ahora una morena, después una muy bajita de cabello gris sonrió mirándola y se aclaró la garganta.

- No siempre encontrarás los transportes medio libres, suelen estar super llenos, cuando eso pase será inevitable que la gente se pegue a ti, intentar ir a donde haya más mujeres, aunque no las conozcas, acércate a ellas. Los hombres son abusivos cuando van solo una o dos, yendo más chicas, muy difícilmente te intentan meter mano.

La primera chica le miró de arriba hacia abajo y Jin no pudo evitar sentirse cohibido, ¿por qué la evaluaban?

- Usa algún abrigo o algo que cubra tu ropa - hablo la rubia.

- ¿Me veo mal? - cuestiono Jin sintiéndose avergonzado.

- No, para nada pero hay hombres que pueden pensar que tu ropa no es precisamente adecuada y por eso sienten que tienen libertad de tocar como si fuera algo normal - Jin bajo la mirada y no vio nada extraño, tenía puesta una camisa blanca de botones y un pantalón blanco, justo como requería su uniforme.

- No entiendo...

- A veces la costura de la ropa se marca de más contra las telas, cariño. Debes buscar la ropa interior adecuada que se ajuste a la ropa que uses - dijo la peli naranja con una sonrisa.

- Y los colores adecuados también es importante - la morena sonreía con una gracia inigualable.

Seokjin quiso decirle lo hermosa que se veía pero temía cometer un error.

- Bueno, nosotras bajamos aquí - dijo la peli violeta mientras sacaba una tarjeta de su cartera - si gustas salir alguna vez, no dudes en llamarnos, cuando tenga tu numero te agrego al grupo de chat, ¿ok?

¡Arregla esto, Yoongi!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora