Final.

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Tiempo después.

Como ya era costumbre, él fue el primero en llegar. Después de todo lo acontecido poco más de un año atrás, los chicos habian decidido cambiar su entorno.

Ahora trabajaban por defender y apoyar los derechos de las mujeres, y de los mas debiles, de la comunidad LGBT+, de los avergonzados y de los desafortunados,  Tae supuso que de eso se trataba todo.

Si bien su móvil principal habian sido las mujeres, ellos habían decidido que no todo debía para ahí. Habia mucha gente que era abusada, menospreciada, juzgada e infravalorado, que ellos se habían auto impuesto la tarea de ayudar a cuantos pudieran.

Cuando había alguna situación importante que comentar al respecto, se citaban en el Ronroneo, solía ser como su centro de reuniones.

Incluso habían logrado que algunas meseras les apoyarán con ideas y sugerencias, sus puntos de vista abrían todo un camino de posibilidades para ellos. Ni que decir de esas dos chicas destacadas en el lugar, la hermosa peli roja parecía más que comprometida con ayudar mientras que la peli negra, su pareja, aportaba ciertos consejos y puntos de vista para ayudar a que los hombres machos se bajarán de su nube de superioridad y pusieran firmemente los pies sobre la tierra, en ocasiones parecía que era la voz de la experiencia la que les decia todo aquello.

Llegó justo a la hora acordada, después de dejar el Rapsodia, de donde le mandaron una generosa liquidación y donde no volvió a verse el mal nacido de Heechul ( cosa que Tae lamentaba, pues queria ajustar cuentas con el imbécil ) decidió poner un club deportivo, en el habia desde un gimnasio hasta un centro recreativo, tres veces por semana impartirán clases de defensa personal gratuitas para quienes lo necesitarán "Nadie puede pasar por encima nuestro" era el lema.

Tae acaricio su cabello bicolor, siempre acostumbro utilizar colores serios pero eso habia quedado atrás. Después de ordenar pudo ver como el trío amoroso de su departamento llegaba conversando entre sí. Un peli rosa, un peli violeta y un platinado conversaba alegremente mientras tomaban lugar en la mesa, Namjoon, Seokjin y Hoseok, respectivamente.

- Lamento la demora - comentó Hoseok mientras toqueteaba las mejillas de sus acompañantes.

Ahora todos se veían tan diferentes. Si bien, Namjoon seguía siendo la imagen amenazante y ruda del grupo, ahora contaba con una sutil delicadeza, la cuál no era propia de un hombre como él, según los estereotipos de la sociedad.

- Descuida, acabo de llegar.

- ¿Ordenamos? Muero por un batido de fresa - sugirió Jin con una sonrisa.

El trío se puso de acuerdo para ordenar mientras Tae tamborileaba los dedos sobre la mesa.

- Hey, tranquilo - Namjoom cubrió la mano contraria con la suya en busca de relajarlo - Yoon estará aquí pronto.

Tae esquivó la mirada, nervioso. Si rostro se sonrojo y los demás solo pudieron regalarle sonrisas comprensivas.

A Tae le había costado demasiado adaptarse a esta nueva vida, no quería ser un hombre tóxico con su pareja, no queria celar ni preocuparse en exceso hasta volverlo un sobre protector, quería y trabajaba día con día en darle a Yoongi su espacio, aún cuando eso no había funcionado muy bien cuando, meses atrás, Yoongi quedó cautivado por su nuevo compañero de trabajo. Al club llegó un hombre extraordinariamente hermoso, Tae entendía que no sólo se trataba de su apariencia física sino que tenía mucho que ver aquel amor e idolatría que mantenía para si mismo. Cuando sus ex compañeros del Rapsodia le habían advertido sobre él, Tae realmente no les habia creído. Pero se equivocó, ese hombre era la personificación de amor propio físico y emocional, a tal grado que rebasaba lo narcisista. Para su suerte, aquel hombre contaba con un dulce novio médico, ambos habían ingresado a trabajar con él con la intención de dar seguridad a las mujeres, y a los hombres inseguros y avergonzados, que llegaban a su club. El par era muy extraño, sin embargo, habían aportado lo suficiente para que la gente se sintiera segura de si misma y mas motivada a salir adelante en un mundo que ponia trabas y dificultades a los más débiles.

¡Arregla esto, Yoongi!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora