Capitulo 4

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Off

La pequeña bola de miseria que me acompaña me está poniendo nervioso. Sus ojos todavía están hinchados y cada tanto resopla. Tengo ganas de llorar, entre las olas de estrés y cólera donde sólo quiero sacudirlo.

Su olor es también bastante molesto, llenó el coche y ya me dan ganas de follarlo. ¿Es eso lo que hace el vínculo? ¿Ponerme duro constantemente? ¿Cómo tratan las parejas vinculadas con esta mierda? Yo en serio lo jodí anoche. Pensarías que con eso sería suficiente para satisfacernos por lo menos un día. La calecfación del coche sólo lo hace peor.

Sólo hemos estado conduciendo durante diez minutos y se podría cortar la tensión con un cuchillo. Chiang Mai tiene muy pocas librerías y necesito mejores recursos. No hay manera de que podamos regresar a Bangkok y correr el riesgo de ser descubiertos. Papá tiene ojos por todas partes.

Así que ahora vamos a la siguiente ciudad, que está a una hora en coche, y estoy atrapado con emo boy. Chiang Rai es más pequeño que Chiang Mai, y no tan grande que Bangkok. Un chequeo rápido en línea muestra que tienen una abundancia de tiendas de antigüedades y de caridad. Tiene que haber algo allí.

Enciendo el estéreo y enchufo mi teléfono con música aleatoria. No voy a lidiar con otros cincuenta minutos de silencio, y necesito una distracción de la culpa de hacer llorar al omega. Estúpido vínculo. No tengo por qué sentirme culpable. El sonido del bluegrass llena el coche y me relajo. Esto es lo que necesitaba. Me puedo perder en la música y fingir que estoy solo. Mis manos golpean ligeramente el volante y tarareo cuando el banjo comienza.

Siempre me ha gustado el banjo. Papá dice que es un instrumento del hillbilly para los engendros. Para alguien que se enorgullece de ser sofisticado y culto, me maravilla su ignorancia a veces. Mi cólera se filtra lentamente. Hay movimiento por el rabillo del ojo y miro a mi pasajero. Gun mueve su cabeza al ritmo, una sonrisa tirando de sus labios. Este es el omega de anoche. Sonriente y relajado.

Empiezo a cantar en voz alta. En voz alta y fuera de tono, observando su reacción. Su sonrisa crece ligeramente más grande y él comienza a tararear. Por un momento, tal vez podamos olvidarnos de todo este lío. La música es terapéutica y, por un momento, puedo dejar de lado mis sentimientos de resentimiento hacia este chico. Yo canto más alto y él comienza a cantar también. Su voz es mejor que la mía. Ligera y suave.

Me imagino que estamos juntos. Yo con mi banjo, él con un micrófono. En poco tiempo diviso la señal Bienvenido a Chiang Rai. Me acerco y tecleo librería en mi GPS. La primera está muy cerca. Apago la música mientras conducimos por la pequeña ciudad. Los grandes ojos de Gun exploran nuestro entorno, recogiendo todo. Me pregunto si alguna vez ha dejado la ciudad antes.

La primera librería no tiene mucho. Sólo hechizos básicos y pociones para el público común. Gun se aventura mientras tomo todo lo que puedo y los llevo al frente, apilándolos delante del cajero, que levanta una ceja.

—¿Gran proyecto planeado?

—Diversión recreativa. —Me encogí de hombros. Estirando mi cuello, exploro los estantes para ver al omega rebelde. Por un momento, me pregunto si él ha aprovechado la oportunidad para escaparse y mis ojos se estrechan. Si lo ha hecho, creo que podría matarlo después de todo.

Pero reaparece tan rápidamente como desapareció y me sorprende verlo llevando un par de libros de tapa dura. Los pone junto a los míos y leo el lomo. Uno es un libro de texto sobre la relación entre omegas y alfas, el otro es un libro de historia sobre varios vínculos del alma.

Buen chico.

El cajero registra las compras, y nos da una sonrisa. —Son una pareja adorable, ¿saben?

TRAMPA CALIENTE [Finalizado] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora