Forbidden (Adrinette)

════ ⋆★⋆ Perverting you... ⋆★⋆════

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Adrien se sentó en la mesa, mirando a la adolescente en su cocina. Aún no podía creer que la chica haya limpiado su departamento. Tampoco podía creer su manera de vestir, la verdad era que no la había visto como ahora: con shorts y blusa.

«¿Era solo su mente o es que la ropa de Marinette rayaba en lo obscenamente delicado y elegante? ¿Eso podía ser posible? »

Bueno, la verdad no importaba mucho. Cualquier pensamiento sobre rechazar a Marinette, se había ido.

Ya no era sobre si tomaba la virginidad de la chica, sino más bien cuándo lo haría.

Todos los diferentes escenarios que había imaginado en el colegio no lo habían preparado para esta ocasión. Si llegaba a casa y encontraba a Marinette desnuda en la cama, en el sofá, en el piso, en la mesa de la cocina, o donde sea, sabía cómo habría reaccionado... Pero esto... Esta tímida, adorable chica cocinando y preparando la cena...

La cabeza de Adrien se sintió ligera, su pecho se apretó y se llenó de sensaciones que no eran apropiadas, considerando que Marinette solo tenía 18.

«Oh cielos... Marinette solo tiene 18...»

El miembro de Adrien pulsó de forma interesante en sus pantalones.

—Eres un desordenado, profesor. —Marinette dijo de súbito.

Adrien resopló y agregó cuidadosamente.

—Ya no tienes que llamarme así.

Marinette miró por encima de su hombro.

—Entonces... ¿Joven Agreste? —Dijo y Adrien la miró con seriedad, Marinette sonrió antes de apartar la mirada y susurrar. —¿Eso significa que puedo llamarte Adrien?

—Claro, —Adrien dijo, y su miembro otra vez pulsó.

Marinette llevó un bowl y le extendió los cubiertos. Sus mejillas estaban algo sonrojadas y Adrien no podía esperar a verla sonrojada pero de deseo... Y tal vez dolor.

Adrien contuvo un gemido ante la primera mordida del quizá más delicioso estofado que haya probado en toda su vida.

—Necesitas ir al mini, Ad—...Profesor Agreste.

—¿Por qué? ¿Planeas cocinar para mí otra vez?

Marinette casi se tambaleó, pero afortunadamente ya estaba en la mesa, y solo un poco de la sopa cayó del bowl.

Adrien fingió no notarlo y siguió.

—No me molestaría. Esto sabe muy, muy bien.

—G-gracias, A-Adrien. Yo... Tuve que aprender a cocinar si quería comer.

Adrien asintió, pero no le interrogó.

«Ya habría tiempo luego para hablar del pasado y futuro. »

No dejó de comer hasta que su plato estuvo limpio y Marinette le extendió más comida.

—¿Por qué tienes tanta hambre? —Marinette preguntó. —¿La profesora Lila no cocinó para ti? —dijo y cubrió su boca cuando lo notó.

Adrien se recostó en la silla y pensó en preguntarle a Marinette cómo era que sabía que había pasado la noche con Lila. Pero recordó que la última vez que Marinette lo vio, él había estado hablando con Lila — además del pequeño detalle de que estaba usando la misma ropa que el día anterior. Marinette era observadora e inteligente, cosas por las que Adrien se sentía atraído por ella. No estaba tan sorprendido de que Marinette sepa lo que había hecho anoche con ella.