A veces no se quien soy, y tengo ganas de sucidarme, voces me hablan, ni puedo evitar escucharlas ¡TIENEN LO QUE BUSCARON!"
Bueno así pasó con el nuevo...
–Oye y tú de dónde eres. Le pregunté mientras caminábamos al salón de computación.
–De por ahí. Respondió conteniendo un llanto.
–Okay. Respondí.
–Oye… comenzó una pregunta. _ ¿cómo se llama tu novia? Pregunto. –Cual. Dije nervioso.
–La alta.
–Aah, no es mi novia. Dije disimulando.
–Claro que sí.
–no la neta.
–Esta bien. Dijo “convencido” pero con la paciencia colmada.
–Ven. Dije. Señalé el edificio “D”.
–Si te vas a quedar con nosotros este será tu cuarto o bueno tú parte del cuarto. Dije señalándole el laboratorio de física.
–Okay. Dijo asintiendo con la cabeza. Y me fui al Edificio de la dirección a encontrarme con Lucia.
Al llegar…
–Hola. Dije en tono un tanto seductor.
–Holi. Dijo algo chiveada.
– ¿Todo bien?
–Si
–Jeje es que los note un poco apurados por ese wey.
–Jeje si algo, pero pues supongo que la mayoría de la gente se murió y hoy en dia no muchos tienen el lujo de estar vivos.
–Se murió o se mató. Dije bromeando.
–Jaja ay tú. Dijo ella.
–Si ay yo. Dije distrayéndome un segundo. Se escuchó que un cuerpo callo al suelo, con un sonido seco.
–Que demo… un derechazo me detuvo la maldición. En lo que pude apreciar fue a Lucia desorientada en el suelo. Empecé a escuchar voces. –Hijo de… comencé a susurrar pero una patada a la boca del estómago me sacó el aire.
–Que puto, no que era no tu novia. Reconocí esa voz como de rayo. –Maldito Graison. Dije recuperando el aliento. Me levanté de golpe al ver a Lucia tirada, desmayada.
–Ahora que. Dije.
–Que bronca traes conmigo. Proseguí.
–Que no me recuerdas eh. Dijo.
–No. Dije.
– ¡Já! Exclamó.
–Bien no tengo tanto tiempo para explicaciones. Se convenció.
–Tengo que terminar algo. Dijo acercándose a mí apretando los puños. Me llegó un recuerdo de cuando estaba en segundo de primaria cuando me pelee con un Soperutano que no puedo recordar.
Me tomó del cuello, respondí con un derechazo a la boca del estómago, se agachó un poco, se incorporó rápidamente, empecé a verlo todo en cámara lenta, esquivé un derechazo que se aproxima hacia mi sien, una patada hacia sus testículos hizo que consiguiese más tiempo.
Corrí hacia Lucía.
– ¿Estás bien? Le pregunté al mismo tiempo que la sacudía. Despertando y asintiendo con la cabeza me dijo que sí.
– ¡¡¡¡¡Amanda!!!!! Grité.
– ¡¡Que!! Me respondió a lo lejos. Mientras se asomaba por el barandal del edificio “B”
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Pandora
TerrorEste libro es corto, y luede que cuando lo suba ni le de continuidad y pido perdón por adelantado por eso gracias UuU