Bum estuvo toda la tarde con el peluche abrazado a su pecho, poseía un ligero aroma a mandarina por lo que se sintió intoxicado con tanta dulzura y termino dormido con el de almohada. Cuando amaneció apenas y pudo separarse del objeto, se dio una ducha fría tomándose su tiempo en pensar que ropa elegiría mientras se lavaba el cabello, soltó varios suspiros cuando la imagen de su más reciente sueño se materializo en su mente y tuvo la necesidad de masturbarse debajo de la regadera, reprimiendo los jadeos y gemidos con una esponja.
Después desayuno con mejor humor, incluso bromeo un poco con su cuidadora y despidió al señor Min, su padre adoptivo y cuidador.
Reviso el móvil mientras iba de camino a la villa, no había recibido ninguna respuesta de su hermano Jinhyun, tenía dos mensajes de Seungbae y varias llamadas perdidas de su cuñado, no le tomo importancia porque desde que comenzó a trabajar con Sungho era común ese tipo de comunicación con el mayor. Le envió otro mensaje a Jinhyun para desearle un buen día y también le respondió al policía, conociéndolo si tardaba más de doce horas en aparecer en su radar sobreprotector se pondría ansioso y crearía diversos escenarios donde era secuestrado y encerrado en un sótano.
"Sótano."
Borro la sonrisa de su rostro y observo el cielo desde la ventana del auto, estaba muy nublado y aparentaba que se pondría peor para el mediodía sin embargo, aquello no lo preocupaba. Era la sensación de que algo importante ignoraba lo que le hacía sentir un agujero en el pecho.
(—Volví a soñar con ese chico. —medito mientras le buscaba formas a las nubes— Cantaba sobre un escenario con un traje elegante junto a Jieun. Su voz... la recuerdo tan vívidamente que casi me es familiar pero... no pude ver su rostro.)
—Ya llegamos joven.
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Looking, Enduring [Killing Stalking Fanfic]
Fanfic[Mirando, Perdurando] • Manhwa: Killing Stalking • Autora: Koogi Partiendo desde el origen: Bum Yoon, un muchacho delgado y callado, se enamoró de uno de los chicos más populares y guapos de la escuela, Sangwoo Oh. Un día, con la obsesión de Bum hac...