Looking, Enduring [Killing Stalking Fanfic]

CAPÍTULO 11

Aquella sería una larga madrugada.

Los perros ladraban de vez en cuando mientras guiaban a los oficiales por el terreno, iban y venían; de un lado a otro, sin tiempo para descansar. Las luces de las patrullas alertaban a cualquiera que pasará por las vías mientras que los humanos se encargaban de revisar minuciosamente cualquier lugar donde los animales olisquearan o señalaran.

Seungbae mantenía su rostro serio, caminando con la ayuda de una linterna, llevaban dos horas en uno de los lugares que Kim Sungho les había delimitado en un mapa pero no parecía haber ningún progreso.

Sacó de su bolsillo un radio.

—Equipo 2, ¿Encontraron algo en su lado?

—Aun no —la respuesta llegó sin retraso.

Miro al frente, uno de los perros pareció captar un aroma prometedor pues jalo la correa de su cuidador, casi arrastrándolo con apuro.

—Recibido. Continúen con la búsqueda —finalizó la conversación, concentrándose en el animal.

— ¡Suboficial! —grito el muchacho— Encontramos algo.

Pronto dos perros más llegaron ladrando agitadamente, Seungbae se acercó para corroborar el alboroto canino. Avisando a Lee, comenzaron a remover la tierra.

—Excaven —dijo Lee algo concentrado con la porción de tierra, se veía que estaba movida, como si anteriormente hubiera sido revuelta.

*

El celular de Bum comenzó a sonar, estaba acostado sobre el mueble por lo que al moverse cayó al suelo. Se sentó desorientado, contestando la llamada sin mirar el número entrante.

— ¿Hola? —segundos después abrió sus ojos acomodándose mejor, la lucidez parecía recobrar terreno en su rostro— Entiendo.

Colgó la llamada y se restregó los ojos con sus manos, levantándose para subir las escaleras con apuro deteniéndose únicamente cuando estuvo frente de la habitación de Sungho. Lo pensó mejor antes de abrir, tocando primero con la esperanza de no tener que entrar.

—Sungho... —susurro sin ninguna respuesta, tocando un poco más fuerte— ¡Señor Sungho!

Nada, aquel hombre parecía tener un sueño pesado. Jalo la manilla de la puerta encontrándola abierta, una vez que asomo su cuerpo por la entrada se sorprendió de verlo dormido en su bata de baño.

Suspiro retomando el valor para acercarse.

—Kim Sungho, despierte —dijo frente de su cama, el hombre ni movió un dedo, lo observo con inquisición llevando su mano a su mejilla, palmándolo sutilmente— Kim Sungho.

Una primera reacción, arrugo su frente moviendo el rostro hacia un lado mientras sostenía con su mano la del otro, impidiéndole que retire la misma de su piel.