Luego de su aventura por el lago Agudeza, Crystal y Diamond decidieron tomarse unos días para trabajar en el documento final del proyecto. La recepción de proyectos se llevaría a cabo en dos semanas, pero habían recolectado suficiente información de dos de los pokémon legendarios para empezar a empezar a poner a prueba sus hipótesis. Iban a un buen ritmo.
Para ello utilizaron las videollamada, les ahorraba mucho tiempo y les permitía trabajan mejor usando sus medios de preferencia. Ambos formaron un increíble equipo que era tan eficiente que les permitía tener tiempo para charlar de sus vidas y congeniar. Debía admitir que hablar con Diamond era bastante divertido.
—Me di cuenta que tenía la blusa al revés cuando toda la clase comenzó a reírse —mencionó apenada la chica, riendo ligeramente.
—Eso pasa cuando no duermes bien —respondió Diamond. Mesprit se encontraba con él y no pudo evitar reír un poco.
—¡Oye, no fue divertido! —reclamó la chica con un leve sonrojo y un falso enojo—. Si había dormido bien, es solo que no me fije al momento de ponérmela.
—Tal vez tu cerebro estaba al revés —Diamond se llevó las manos a la barbilla.
—Estoy segura de que a ti también te paso algo así ¿o me equivoco?
—Algo así, la noche anterior me quede hasta la noche hablando con Pearl, solo dormí cuatro horas y en la escuela estaba demasiado somnoliento para notar que la gente me miraba raro por tener los pantalones al revés, al igual que la camisa y...
Antes de poder terminar su anécdota, Mesprit y Crystal comenzaron a reír levemente, provocando un leve sonrojo por parte del chico.
—No se rían, fue algo penoso.
—Perdón, es que fue algo hilarante —dijo mientras se limpiaba algunas lágrimas de la risa—. Más lo de los pantalones.
—Todavía no comprendo cómo es que no me di cuenta, debe ser de esos misterioso de la vida —Diamond se quedó pensativo, mirando fijamente el techo.
—¿Magia pokémon? —preguntó Crystal graciosamente, alzando los brazos.
—Como la magia del espagueti, la de las papas fritas, la de los pasteles de naranja...
Crystal entonces comenzó a reír de manera peculiar, una risa de alegría y algo de satisfacción. Platinum le había dicho que cuando Diamond le contara un chiste o algo parecido que tuviera que ver con la comida, en ese momento ella se habría ganado la amistad de Diamond.
—Sabes, en este momento mi estómago tiene ganas de probar la magia de unas deliciosas papas fritas —confesó Crystal, poniendo una de sus manos en su estómago.
—Yo igual, aunque tengo más antojo de un pastel de vainilla —mencionó Diamond, saliéndole un poco de saliva por el labio.
Crystal estaba tan entretenida y feliz con la conversación que no escuchó a Blue entrando al departamento. Blue por su parte notó las risas de los chicos y se acercó con cautela hacia las puertas de la habitación. Al darse cuenta que Crystal hablaba con Diamond un pequeño suspiró salió de sus labios, seguidos de unas pequeñas palmadas en el rostro que le dejaron una expresión perversa con la cual avanzó hacia la sala.
—¿Cuál es tu sabor de pastel favorito? —preguntó el chico, poniendo sus manos en su mentón.
—Creo que sería el de frambuesa ¿Por qué? —preguntó intrigantemente.
—Por nada en especial, solo quería saberlo —confesó Diamond, un poco nervioso—. Sabes, recuerdo que a Pearl pensaba que la cereza era...
—Crys, ¿no has visto mi camisa que me regalo Silver? —preguntó una voz por detrás de Crystal.
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¿Protección o Amor?
RomanceUn trabajo de la universidad llevara a Crystal a conocer a Diamond, el cual esta pasando por un momento dificil en el cual Crystal se vera involucrada y tratara de proteger a su nuevo compañero, ¿por qué?, ni ella misma lo sabra.