Yo te cuidaré

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Annabeth

Veía como Jason se movía como loco de un lado para otro como si buscara algo y Nico corría hacia la frontera del campamento pero la verdad nada me importaba habia perdido a Percy me sentía totalmente perdida y sin fuerza de nada ni siquiera podía gritar solo sentía las lágrimas caer de mi rostro, sentí las manos de Piper y Rechel ayudando a levantarme pero no tenía valor ni para eso, me subieron al cuarto que había estado usando dentro de la casa grande en los últimos días, caí en la cama y solo me quedé ahí pensando en lo que ahora pasaría, me hice un bollito agarrando mi vientre con fuerza mientras solo recordaba.

Recordé cuando Percy me pidio que viviéramos juntos hace 2 años, apenas teníamos 18 años pero el estaba muy nervioso, había organizado una cena a la orilla del mar y los delfines hacían bellos trucos para nosotros, después vino Blackjack y nos llevó volando, recorriendo la ciudad, nos dejó en la cima de un edificio, el me abrazó y me dijo

- Sabes bien que no soy tan listo como tú, pero hay algo de lo que estoy realmente seguro y es que quiero despertar todas las mañanas viendo tu hermoso rostro y poder abrazarte en las noches cuando tengas una pesadilla, no soy muy listo pero si muy fuerte y tratare de protegerte de todo lo que quiera hacerte daño es por eso que quiero invitarte a vivir conmigo.

Obviamente acepte no podía caber la emoción en mi, claro que fue un total desastre ya que nos costó mucho aprender a convivir en un principio pero decidimos que lo haríamos y luchamos por eso, después los dioses nos ofrecieron un departamento en el Empire Star y pues me quedaba muy cerca del trabajo así que después de mucho rogar Percy aceptó, éramos tan felices, recordaba nuestra primera vez juntos, el fue tan tierno y delicado conmigo, fue cálido y dulce supo aceptar mi nerviosismo, también recuerdo como enfrentó a mi madre y le dijo que nadie me amaría tanto como él lo hacía y que precisamente por su defecto fatídico estaría dispuesto a darlo todo por mi, mi madre quedó sorprendida con su valor y no tuvo más que aceptar la relación, aunque eso no significaba que estuviera de acuerdo no se cuanto tiempo paso exactamente mientras yo lloraba en la cama y recordaba su rostro sonriendome, cada una de su ocurrencias sus cálidos besos, sus manos al rededor mío, cuando oí abrirse la puerta, miré por la ventana y vi que ya era de noche, entraron a la habitación Nico, Will y Jason acompañados de una pequeña niña de pelo pelirrojo desordenado.

- Hola - dijo Will tratando de sonreír, me senté en la cama con los ojos llorosos y casi sin fuerza sin quitar la mano del vientre enfoqué la vista para verlos bien.

- Quien es la pequeña? - pregunte con un voz apagada

- De eso venimos a hablar - dijo Nico mientras ponía una silla para poderse sentar, no había notado lo mal que el y Jason se veían, aunque Will había hecho un buen trabajo, llevaban muchos vendajes y tenías los rostros demacrados, como si no hubieran dormido en días, los ojos hinchados y rojos, definitivamente de tanto llorar pero la pequeña se veía igual de mal que ellos, debía tener unos 6 a 7 años, con el pelo rojo ondulado y desordenado, me lo recordaba al de Reachel, con la piel bastante blanca, tenía unas benditas en la frente, las manos vendadas y las rodillas rasmilladas, sus ojos estaban muy llorosos y rojos, sus ojos, como pude notarlo recién, sus ojos eran verdes como el mar idénticos a los de Percy, ahora tenía más curiosidad y estaba más confundida, Nico se sentó y me miró fijamente.

- Mira Annabeth, mientras llegábamos para detener a Kronos y los demás que estaban por comenzar el sacrificio para despertar a Gea - comenzó Nico con una voz cansada, pero fue interrumpido por la pequeña.

- Hola me llamo Mónica - dijo la pequeña muy tímidamente - tengo 6 años y fui secuestrada por Kronos para el sacrificio - pero mientras hablaba su voz se iba apagando, soltó un sollozo y sacó una foto que traía en el bolsillo para mostrarla, en la foto estábamos Percy, Salli y yo abrazados en el sofá de la casa de Salli.

- De donde la sacaste - dije mientras ponía la mano en la boca y las lágrimas caían con más frecuencia, reconocí la foto, Percy la traía en la billetera decía que eran las 2 mujeres más importantes de su vida.

- Mi hermano me la dio - me dijo la pequeña entre sollozos, solo pude abrazarla muy fuerte y decirle en un susurro - yo te voy a cuidar mi niña - ella también me abrazó igual de fuerte y ninguna tuvo que decir más palabras.

Annabeth preparó algo de comer por si misma para la pequeña Mónica y para ella misma,después la ayudo a tomar un baño, le curó las heridas de las rodillas, le cambió las benditas de la frente, le puso una camiseta del campamento que le quedaba como un vestido.

- Yo nunca tuve una mamá, pero tú eres buena... ahora entiendo porque mi hermano te quería - dijo Mónica con una voz muy baja - si tienes pesadillas puedes dormir conmigo, no dejaré que nada te pase - dije yo con una voz entre sollozos, ninguna de las 2 durmió mucho esa noche.

En toda la noche no pude dejar de pensar en todas las veces que había  estado apunto de morir y lo único que quería era que Mónica, mi Mónica no pasara por eso jamás, la desperté temprano la saliste y nos salimos en silencio de la casa grande.

- A donde vas Anabeth - pregunto Quiron

- Lejos de ti, de mi madre y de todo esto- le respondí furiosa

- No te das cuanta que solo estás poniendo en riesgo tu vida y la de la pequeña -

- Como si su vida no estuviera en riesgo igual aquí - en un tono muy molesto 

- Tome una decisión, nos iremos de aquí a algún lugar en el que no nos manden a tontas misiones que acaben con nuestras vidas y me llevaré a Mónica conmigo - dije y cruzamos la barrera sin saber a dónde iría con una niña pequeña, hija de uno de los 3 grandes y un bebé en el vientre  nieto de una de los 3 grandes

Lo más importante es el amor PercabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora