A Sakura siempre le han gustado las cosas adorables.
Gatitos, peluches, mantitas peludas, figuritas de Sylvanian, en fin, cosas que te hacen sentir mariposas en el estómago de lo tiernas que son.
Por eso el ver al hermano de Nahoya casi temblando frente a ella le causó un extraño revoltijo de emociones.
No es como si nunca nadie se le hubiera declarado, todo lo contrario, pero los chicos siempre iban a ella con una actitud de mierda que literalmente la hace decir "Thank u, next" a los segundos. Este chico en cambio, parecía a punto de tener un paro.
—Voy a ser clara contigo, Souta.—Comenzó al notar que este no tenía intención de preguntarle para que lo había sacado de la cafetería.—Yo no puedo corresponder t-
—P-Pare, por favor, no es necesario que lo diga.—La interrumpió con la voz a medio quebrar.—Yo ni siquiera tenía intención de que esto p-pasara...
—Souta.—Lo calló tomando su mentón y obligandolo a verla a los ojos, odia que no la vean al hablar.—Primero que nada, déjame terminar lo que estaba diciendo.
—H-Hai.—Tembló ante su tacto, aquello la hizo sentir hasta un punto poderosa, aún así no podía ignorar el hecho de que estaba a punto de ponerse a llorar y si eso pasaba y su hermano se enteraba la asesinaria.
—No puedo corresponder tus sentimientos siendo que no nos conocemos en lo absoluto.—Al fin fue capaz de terminar la oración, Souta abrió levemente su boca para decir algo pero tomó la palabra antes.—Te propongo que al menos salgamos a un par de citas antes.
Gracias a la diferencia de altura él tenía que levantar un poco su cabeza para verla de frente, eso lo hacía aún más adorable.
—Eres muy lindo, Souta.—Se permitío decir, no era como que no lo pensara de todas formas.—Sería una idiota si te rechazara.
Sus mejillas -de por sí ya sonrojadas- se encendieron como faroles en el festival de primavera, por la cercanía pudo notar que tenía algunas pecas en estas. Tan precioso.
—¿H-Habla en serio, Senpai?.—Tartamudeo, el leve recuerdo de Bill dembourgh paso por su cabeza, eso sólo lo hacía aún más atrayente.
—Claro que lo hago, así que...¿Te parece el viernes después de clases?.
—¡Claro que si!.—Levantó el tono de la nada, aquello la hizo sacar una pequeña risa, realmente es como un niño pequeño.
—Bien, entonces pasaré a buscarte a tu salón.—Afirmó, salir antes o saltar clases son privilegios de consejo estudiantil.—Están por tocar para entrar, deberías apresusarte.—Aún así contrariando sus palabras no fué capaz de soltar su rostro.
Cálido, está segura de que bajo ese suéter negro Souta es tan cálido como un pequeño osito de peluche.
—S-Si, Senpai.
—Puedes llamarme por mi nombre, el apellido me hace sentir vieja.—Volvió a reír, este asintió algo atontado y eso fue señal para quitar sus dedos.—Ve a clases, no querrás un reporte de atraso.
—Nos vemos mañana, Sakura-Senpai.—Dio un paso hacia atrás dando una pequeña reverencia, aprovechó eso para enredar suavemente sus dedos en su cabello dejando un par de caricias.
—Nos vemos.—Sonrió sintiendo algo extraño en su pecho al verlo irse por la escalera, el viento dio directo con su rostro sacandole un respingo.
Tal vez también deba comenzar a usar suéter.
—Sakura-San.
—Ran-Kun.—Volteó admirando la figura del vice presidente.—Me alegra que estés aquí, tengo algo que hablar contigo.
El Haitani dio unos pasos en su dirección hasta quedar casi a su lado, admiró su perfil tan armonioso junto a aquellos ojos brillantes que la hipnotizaron tantas veces en el pasado.
—¿Qué ocurre, Saku?.—Aquel apodo no lo usaba desde que ambos eran niños, eso se estaba volviendo más nostálgico y sentimental de lo que debería.
—Lo que sea que teníamos debe terminar ahora, Ran.
—Es por ese chiquillo de primer año ¿no?.
—No sé como te enteraste pero si, lo es.—Mantuvo el contacto visual que él empezó sin dejarse doblegar, aunque muy en el fondo, aquella mirada cargada de algo que no se interpretar la estaba quemando por dentro.
—¿Aceptaste ser su novia?.—Decepción, aquel tono no tenía nada más que decepción.—Sakura, se sincera por favor.—Su mano sobre su hombro hizo que un escalofrío invadiera todo su cuerpo.—¿Qué tiene él que no yo?.
—Esto no se trata de ti, por favor, ni siquiera tienes derecho de reclamarme algo.—Sin duda los Haitani seguirían siendo tan victimistas como siempre.
—Si sigues enojada por lo de Kaori-
—Basta.—Aunque no quería sonó tosca.—Me importa una mierda Kaori y es cuestión de tiempo para que tu también lo hagas.—Apartó su mano de ella con un leve empujón.—Tú fuiste quien echó todo a perder, te di la oportunidad y lo arruinaste así que ahora no intentes hacerte el puto perfecto porque no lo eres.
[•••]
Nahoya, quien paseaba sin rumbo por los pasillos, no pudo evitar notar aquel extraño acontecimiento, pues sus compañeros estaban a punto de sacarse los ojos.
—¡Me importa una mierda si te acostaste con ella, Maldición!.
—¡Ya te dije que sólo fue un beso! ¡¿tanto te cuesta creerme?!.
Vaya, jamás creyó escuchar a Ran fuera de si en su vida. De Sakura era esperable pero ¿del Haitani?, maldijo entre dientes el no tener batería para grabar todo.
—¡Me cuesta!, ¡No te creo ni lo que rezas!.
—¡Deja de ser tan infantil y mira las cosas de forma objetiva!, ¡la puta madre!.
—¡¿Entonces quieres que vea de forma objetiva que me puto engañarse con esa golfa?!, ¡Vete a la mierda!.
"Que fuerte" pensó, el sonido de una cahetada sonó por todo el lugar y a los segundos notó como la chica se había ido por las escaleras de servicio.
Necesitaba saber que diablos acababa de pasar, eso era mejor que la novela que veía con Souta en la tarde.
ESTÁS LEYENDO
𝗖𝘂𝘁𝗲.-𝑺𝒐𝒖𝒕𝒂 𝑲𝒂𝒘𝒂𝒕𝒂.
Fanfiction"-𝗘𝗿𝗲𝘀 𝗺𝘂𝘆 𝗹𝗶𝗻𝗱𝗼, 𝗦𝗼𝘂𝘁𝗮." En donde la presidenta del consejo estudiantil recibe una adorable carta de amor cortesía del peliturquesa más precioso que existe. -Souta/Angry × Fem¡!Oc. -Fluff, diferencia de edad, Drama escolar. -Altern...