Capítulo 13 - Dioses y hombres

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Descargo de responsabilidad: todos los derechos pertenecen a Marvel y DC. No tengo nada.

Capítulo 13 - Dioses y hombres

Clark sintió que la energía que había tomado de la luz del sol explotar dentro de todo su cuerpo, mientras volaba tan rápido como podía hacia la cápsula de Natasha, acercándose a la Tierra con una velocidad alarmante. Sintió el calor cuando chocó con la atmósfera, el brillo rojo que rodeaba su cuerpo, pero ni siquiera parpadeó, sus ojos se enfocaron en la cápsula giratoria.

La cápsula dañada, que también brillaba intensamente, comenzó a perder partes, y la fricción con la atmósfera resultó ser demasiado para el casco roto. Un rastro de fuego y humo se hizo en el cielo, Clark lo siguió con todo lo que tenía.

Extendió su brazo izquierdo y sostuvo la cápsula, sus dedos apenas podían agarrar el gran casco en forma de esfera, pero la presión de su fuerza kryptoniana fue más que suficiente para estabilizarlo y detener el giro; alcanzando con la otra mano, se empujó contra ella, con las rodillas tocando el casco.

En ese mismo momento, rompieron el manto de nubes blancas, la ciudad se hizo visible; necesitaba darse prisa. Al mirar hacia abajo, pudo ver a Natasha mirándolo, sus ojos alerta pero con notable calma, dada la situación. Inclinó la cabeza hacia un lado, pidiéndole que se moviera un poco, y puso su puño contra la cápsula, arrancando la puerta. Y, justo cuando la puerta salió volando, levantó los brazos y abrazó a Natasha.

La cápsula chocó contra el suelo, explotó y las llamas se encendieron; tan rápido como pudo, se dio la vuelta, protegiéndola del fuego con la espalda, cuando la explosión los alcanzó.

Clark suspiró, aliviado, cuando las llamas se apagaron, Natasha a salvo con él mientras flotaban lentamente.

"No sé cómo disfrutas volar", dijo Natasha, su voz amortiguada contra su pecho.

"No hay nada de malo en volar; caer sin embargo, da miedo", respondió Clark, mientras tocaban el suelo.

La cápsula hizo un gran cráter en el suelo, sus pedazos rotos estaban por ahí, el combustible alienígena ardía con una llama azul.

"¿Estás bien?" Preguntó Clark, revisando sus huesos con su visión de rayos X en busca de lesiones.

"Estoy bien", respondió ella, mirándolo extrañamente por un segundo. "¿Esta 'mirada concentrada' que me estás dando tiene algo que ver con cómo puedes ver a través de las paredes? Bueno, acabas de salvar mi vida, así que supongo que puedes echar un vistazo. Por cierto, me siento halagado".

Clark levantó los ojos hacia su rostro rápidamente, un poco sonrojado.

"¡Estaba mirando tus huesos!" Aclaró, innecesariamente, lo sabía a estas alturas, pero incapaz de detenerse.

Natasha sonrió.

"Seguro."

Pero de repente, perdió la sonrisa.

"Clark, escúchame, miraron dentro de mi mente", dijo, ahora todo negocio. "No pude detenerlos ..."

"Está bien, me hicieron lo mismo", interrumpió Clark, tratando de tranquilizarla.

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