Capítulo 15

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El primer encuentro me había costado medio cerebro y toda mi voluntad. ¡Sí! Tuve que controlarme para no estampar sus labios con los míos Endemoniada mujer, está más hermosa de lo que esperaba, tan decidida, impetuosa, irreverente y fantástica. Toda ella era un huracán lleno de belleza, era como un nuevo aire para mis pulmones. Basto un simple encuentro para que esta mujer me pusiera el mundo patas arriba y lo peor de toda esta situación es que no sé si cause el mismo efecto en ella.

Por lo menos ya nos reunimos y a pesar que no hubo besos y abrazos no me arrancó la cabeza aun. Estoy seguro que no será nada pacifica nuestra convivencia, y es que ella tiene el don de hacerme perder la paciencia en milésimas de segundos y por lo que veo causo lo mismo en ella. Además esa boca. ¿Acaso nunca se queda callada? ¿Tan difícil era quedarse calladita y aceptar sin protestar?

No seas idiota

Lo sé, si aún yo no me lo creo, imagino que para ella debe de ser horrible el aceptar tener que casarse con alguien por obligación y compromiso. Honestamente no se en que terminara todo esto, lo único que deseo con todo mi corazón es no vernos involucrados sentimentalmente, no digo que un poco de sexo no estaría nada mal, digo ¿Qué idiota no desearía una mujer como ella? Tendría que ser un estúpido para no tener interés en llevármela a la cama, aunque presiento que no aceptaría muy gustosa. Salgo de la biblioteca para poder dejar de pensar tantas idioteces creo que el aroma que dejo me está nublando el cerebro.

Voy a la cocina ya que en todo el día no he comido, al llegar mi madre está sentada tomando una taza de té, al verme su expresión se relaja y palmea el taburete que está a su lado. Antes de hacerlo me sirvo un pedazo de pie de manzana y un té helado.

—¿Cómo lo tomó?—pregunta con cautela y nerviosismo.

—Mamá, yo aún sigo sin asimilar esta situación, imagínate cómo se siente—cierro los ojos y aun puedo ver el dolor cuando amenace con suspender el tratamiento.—pero acepto, por ahora.

—Querido, debes ser paciente ambos se están enfrentando a una situación desconocida, pero algo bueno saldrá de la última locura de tu padre. Y espero no hayas sido cínico, malvado y seductor.—dice haciendo énfasis en lo último, no respondo, solo levanto la comisura derecha y me gano un manotazo de parte de mamá—Eres un travieso Lucas, esa pobre criatura te está ayudando y tu comportándote como un adolescente hormonal.

—Oye, tranquila sigues siendo la única mujer en mi vida—digo a modo de broma—además ambos saldremos beneficiados de esto.

—Por la paz de tu padre espero no le hayas amenazado con el tratamiento de Grant.

—Claro que no—digo sin verla a los ojos. Dios, perdóname. Prometo dar doble ofrenda.

—Eso espero. Y dime ¿Qué sucederá con Odalis? ¿Se lo has dicho verdad?—como mi respuesta no llega, asume que aún no lo hago—Mañana mismo debes hablar con ella, no toleraré que te cases con Anielka y que andes de romance con Odalis. Respetarás a tu esposa aunque solo lo sea por apariencia.—Esposa, esposa. Esa pequeña pero horrorosa palabra hace que la cabeza me explote.

Lo haré pero te pido que no te involucres en la relación, en ambas. Por favor mamá por el bien de todos. No te preocupes que con Anielka nuestra relación será única y exclusivamente para cumplir el ultimo capricho de tu esposo, además que no estoy interesado en ninguna relación amorosa, con ninguna de las dos—digo tratando de no escupir el montón de groserías que quisiera gritar en este momento.

—Lucas no me hagas abofetearte, recuerda que mi esposo es tu padre, pequeño insolente.

—Disculpa, no quise ofenderte—escupo—quisiera pedirte que te encargues de todos los detalles de la boda, será dentro de dos semanas. Me levanto sin siquiera haber probado el pie, estoy demasiado enojado y confundido para que mi madre me salga con sus regaños. No estoy para ánimos. Camino en automático hasta llegar al chalet que ocupa Grant, cuando mis padres me regañaban o castigaban mi refugio era venir con Grant y jugar un rato al ajedrez.

Me enamoré Donde viven las historias. Descúbrelo ahora