¡La bese!
La había besado, por fin lo había logrado. Imaginé ese momento varias veces en mi cabeza, pero sin duda, la realidad era mil veces mejor. Sin embargo, también existía la posibilidad de que Anielka me mandara al diablo, o que me diera un golpe que me dejaría inconsciente por una semana.
El beso estaba por terminar, y aunque no quisiera debía soltarla, porque conociéndola me patearía las bolas hasta dejarme sin descendencia. Poco a poco nuestras respiraciones se hicieron normales, y los latidos igual. Apoyé mi cabeza en la de ella y poco a poco fui abriendo los ojos. Me encontré con ese hermoso color azul, pero este era tan intenso que podría quedarme observándolo por una eternidad.
No quería abrir mi boca y cagándola diciendo cualquier tontería y terminar con el buen momento que habíamos tenido.
— ¿Me golpearas? — cuestione.
— Debería de hacerlo, pero ...
— ¿Te gustó? —moría de ganas por saber si su primer beso, porque sabía que nadie más lo había hecho antes. Eso me convertía en el primero en besar esos labios.
— Si— respondió nerviosa. Aún tenía mi mano sosteniendo su cintura, no podía soltarla realmente no quería. Deseaba quedarme para siempre en ese momento, donde por fin la había besado. Su boca me había cautivado, deseaba besarla una y otra vez. Hasta saciarme.
— ¡Anielka! — Era su padre el que le llamaba. — Anielka cariño, tu madre quiere hablar contigo.
— Hablare con mamá y bueno yo...
— Regresas, ¿quieres?
— Por supuesto — dicho esto salió disparada hacia donde se encontraba su padre, quien al parecer sospechaba algo por la forma en la que la observo. Esperé unos segundos sentado en la fuente, cuando escuché unos pasos acercarse, estaba seguro que era mi demonio de ojos azul. Así que no me moleste en girarme. Cerré los ojos al sentirla detrás de mí y luego recibí un beso asqueroso en la mejilla.
¡Un beso del imbécil de Cristóbal!
—¿Esperabas a alguien mas, cariño?— dijo en modo de burla el muy idiota.
— No te pases Cristóbal, no es gracioso.
— No pude desaprovechar la oportunidad, con tu cara de idiota enamorado.
— No me jodas.
— Por tu tonta cara, me imagino por fin la has besado ¿cierto?
— Así es.
— ¿Y que se sintió besar a la hija de chofer? — Cristóbal era mi mejor amigo, pero en ocasiones no usaba el cerebro. Mis padres nos crearon sin prejuicios, no por el hecho de tener dinero nos creíamos mejor que los demás. Así que el comentario de Cristóbal no me hizo mucha gracia. No me importa hija de quien sea Anielka.
— No seas imbécil quieres.
— No lo soy, simplemente pensé que ya habías saciado tu curiosidad al besarla.
— Me encanta, no es una curiosidad hazme el favor.
— Te besas una cada vez que puedes, ¿qué tiene ella de especial?
— Todo.
— Mierda Vandergirl, estas jodido.
— Me importa un plátano lo que pienses tú y todos los que están allá adentro.
— Como quieras, después no digas que no te lo dije.
— ¿Qué te pasa?— realmente estaba a punto de explotar por la estúpida reacción de Cristóbal.
— A mi nada.
— ¿Quieres escuchar que no podría andar con Anielka porque ella es la hija del chofer de mi padre, que simplemente quería saciar la curiosidad de besarla y luego dejarla ir?
— Si esa es la verdad, lo que pasa con Anielka es que se te ha hecho la difícil y por eso te encaprichaste con ella. Pero Lucas, entiéndelo ella no es de nuestro circulo, chicas como ella no encajan.
— Tienes razón, no encajaría. ¿Sabes por qué?
— Habla Romeo.
— Porque ella si es humana, no lo plástico a lo que nosotros estamos acostumbrados, un mundo lleno de falsedad y mentira. — Esas fueron las últimas palabras que compartí con Cristóbal a cerca de Anielka. Porque después de esa noche, no le volví a ver.
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Me enamoré
RomanceSINOPSIS Una de las condiciones para heredar las empresas de la familia es que contraiga matrimonio, dándole como sugerencia que tome por esposa a su antigua amiga de travesuras y aventuras, a la cual no ve hace ocho años. Lucas decide averiguar có...