The Magic Of The Stars •SeongJoong•

Third Star

Ya habían pasado dos años desde que comenzó nuestra amistad. Nos habíamos vuelto inseparables, pasábamos la mitad del día juntos.
Estaba pensando en que podía hacer cuando el móvil sonó, era un mensaje, lo tome entre mis manos.

SeongHwa 💕

— ¿Te gustaría vernos
hoy? Claro, su puedes
y no estás ocupado.

— Si, me parece bien.
¿En el lugar de siempre?

— Si. Bueno, nos vemos.

No me dijo la hora.

— ¿A que hora?

— A las 18pm,
¿Te parece?

— Claro.

Iría más temprano para poder leer un rato. Eran las 16pm cuando mando el mensaje, deje el móvil a un lado y me dispuse a darme un baño, peinar mi cabello, mis dientes, tomé una pequeña mochila donde metí el libro, el móvil, un poco de dinero y los audífonos, y salí de la casa para ir al parque. Cuando llegue saque el libro, y leí un rato, pero luego esto se vio interrumpido ya que sentí como alguien me tomaba de los hombros haciéndome sobresaltar. Volteé bruscamente y era él, SeongHwa.

— No hagas eso. —lo miré seriamente pero una risa se escapó de mis labios al ver su reacción—.

— ¿Que es tan gracioso? —dijo sentándose a mi lado mientras me observaba—.

— Tu expresión. —reí nuevamente—.

— ¿En serio? ¿Tan así es de divertida? —sonrió—.

— Claro.

Hablamos sobre distintos temas hasta que cayó la noche, donde cada quién tuvo que irse a su casa.

⚜Al día siguiente⚜

Hacía un poco de frío, pero eso no me impidió salir a caminar. Volteé mi vista hacia un lado y allí estaba SeongHwa en una cafetería, llevaba polera con cuello de color blanca y su larga campera del mismo tono, un pantalón color azul, y su cabello rubio resaltaba entre esas combinaciones.

— ¡Hey! —grité al verlo en el exterior de una cafetería—. ¿Como estás?

— HongJoong, hola. —se levantó del lugar para acercarse y darme un abrazo—. Siéntate.

— Gracias pero no, solo estaba de pasada y quise saludarte.

— No, anda. Insisto, siéntate.

— Pero. —trate de pronunciar otra palabra pero su mirada no me lo permitió haciéndole caso—. Esta bien. —dije para tomar asiento frente a su persona—.

— Y... ¿Que haces por aquí?

— Ya te dije. —fui interrumpido por el chico de los pedidos—.

— ¿Puedo tomar su orden? —dijo amablemente—.

— Quiero un Café.

— ¿Y usted? —volteó a verme—.

— Solo quiero un vaso con agua.

— Bien. —dijo en cuanto termino de anotar—. Enseguida se los traigo. —y sin más se retiró de nuestra mesa—.

— ¿Entonces?

— Solo estaba de pasada y quería saludar, es todo.

— Es curioso, porque justo estaba pensando en tí. —¿Como dices que dices?—. Digo, estaba pensado en juntarnos y vernos.

— Y mira, aquí me tienes. —sonreí—.

— Si, es cierto. —tomó mi mano mientras reía, se veía tan lindo—. Oye, ¿Que te parece juntarnos y hacer una pijamada luego?

— ¿Lo dices en serio? —dije emocionado—. Me parece una idea genial.

— Bueno, entonces nos juntamos otro día, ¿Si? —solo asentí pero llegó el chico de antes con los pedidos—.

— Ay, el amor, ¿No es tan lindo? —dijo viendo nuestras manos juntas—.

— N-no, ¡No es lo que cree! —dijimos nerviosos al mismo tiempo que alejábamos la vista—. Nosotros no somos nada.

— ¿Y quién dijo si eran algo? —diablos...—.