The Magic Of The Stars •SeongJoong•

Eighth Star

Desde ese momento supe que no tenía que esconder más mis sentimientos, sabía que lo amaba y eso era lo importante.
La opinión sobre los demás dolía, era cierto, no tener el apoyo para poder seguir adelante también dolía, ser rechazado y poco aceptado según la persona, pero sabía que con tener su amor eso era más que suficiente para mí, tampoco iba a perder a la única persona que me entendía.

Desde ese momento supe que no debía de hacerme hacia atrás, porque si el mundo me lastimaba y me hacia caer, sabía que lo tendría a él para poder seguir adelante y todos lo que me querían... Porque si el mundo te da la espalda tú debes seguir queriéndolo y esperar a que te acepte, aunque tarde años, pero lo que más lamentará es el hecho de haberte dejado de lado, porque si hay algo que el mundo lamenta es no poder haber estado allí para cada persona.

Desde ese momento, ese momento en el que cruzamos miradas por primera vez, supe que nuestra historia de amor estaba escrita. Que no debía de temerle al destino y seguir allí de pie.
Dicen que el destino “escribe tu vida, que no lo puede cambiar” pero por alguna razón, ese día el destino se hizo a un lado y me permitió poder conocerlo y estás a su lado.

Un años después.

Llevo dos años en una relación con SeongHwa, le había costado mucho pedirme ser su pareja, a pesar de conocer mis sentimientos hacia él. Aún recuerdo ese momento.

Flashback.

Estábamos en su casa, había hecho una cena de cinco estrellas, lo notaba nervioso y no sabía el porque. Cuando terminamos de cenar, se levanto de su lugar y prendió el equipo musical, y me saco a bailar.

— ¿Quieres ser mi novio? —dijo rápidamente luego de haber subido el volumen—.

— ¿Que dijiste? —dije elevando un poco la voz—.

— Que si quieres ser mi novio.

— SeongHwa, no te escucho nada. —le arrebate el control del equipo y bajé el volumen—. ¿Que me decías?

— Ah... N-nada. Dame eso. —dijo para tratar de quitarme el control—.

— ¿Puedes decirme? ¿Es algo malo?

— N-no pero me da vergüenza.

— Puedes confiar en mí. —dije para tomarlo de las manos y mirarlo a los ojos—. Anda.

— Tu. —guardo silencio—. Tu, ¿Q-quieres se-er mi novio? —estaba totalmente nervioso, sonreí al verlo de ese modo—.

— Cierra los ojos. —obedeció un poco desanimado, me acerqué a él y pose mis labios sobre los suyos pero antes de que pudiera corresponder me separé—. Creo que ya sabes mi respuesta. —dije con un rubor en mis mejillas—.

— Creo que no lo dejaste claro. —sonrió—.

— Creí que sí. —me acerqué nuevamente y repetí la misma acción pero con la diferencia de que esta vez si llego a corresponder—.

Luego de eso pasamos la noche entre bailes, para que se ofreciera a llevarme a casa.

Fin del flashback.

También en estos años, comencé a tener el apoyo de las personas. El mundo comenzaba a aceptarme tal cual era, habían pasado dos años era cierto, pero allí estaba el apoyándome y haciéndome saber que estaba de mi lado para estar conmigo siempre.

Y así fue como tan solo ocho, de millones de estrellas, bastaron para contar mi historia de amor.

Fin.