The Magic Of The Stars •SeongJoong•

Star Six

— Te perdono, pero ¿Puedes responderme una cosa?

— Muchas gracias.
Si, dime, ¿Que sucede?

— ¿Tienes sentimientos
por mi? Ya sabes...
Por lo del beso.

— Yo... No sé cómo
explicarlo. Cuando
te bese, sentí que
estaba en las nubes,
y tenía un sentimiento
extraño en mi corazón,
como una caricia. Quiero
protegerte de todo y
estar a tu lado en cada
momento... Creo que
me gustas. Espero no
incomodarte.

— Tranquilo, no me
incómodas. Quería
saber si sentías algo
por mi, y me alegra saber
que te gusto porque
yo creo que tu también
me gustas.

— ¿Como dices?
¿De verdad? ¿Cómo?

— En el beso también
esa caricia que dices, y ese sentimiento extraño de...
Estar con la persona
adecuada.

— ¿Entonces sigue
estando todo bien
entre nosotros?

— Por supuesto.

Luego de eso todo transcurrió normal. Seguimos haciendo lo mismo de antes, solo con el pensamiento de que nos queríamos mutuamente y era inevitable para ambos sonreir al estar en compañía con el otro. SeongHwa se había vuelto celoso, cuando una persona se quedaba mirándome automáticamente me sacaba del lugar diciendo una que otra excusa, y yo sin entender lo que sucedía le terminaba por hacer caso.

Pasaron dos meses después, todo seguía igual sólo que pequeños besos se hacían presentes de vez en cuando y según la situación, en público o a solas, y por alguna razón se había mudado a mi casa. Era un poco incómodo a pesar de tener una relación de “amistad” hace ya unos años.
Me encontraba en el sillón leyendo cuando bajó por la escaleras acercándose a mi, se sentó a mi lado y paso su brazo sobre mi hombro para juntarme a su cuerpo; sonreí ante tal acción. Sentí como su mirada estaba pasada en mi lo que hizo sentirme un tanto nervioso, volteé mi vista encontrándome con su mirada. Sonrió, me tomo del mentón y beso mis labios levemente, pero en ese transcurso una sonrisa apareció en mis labios haciendo que volteara la vista para dejar salir una risita.

— Oye. —dijo alejándose—. ¿Por qué?

— Lo siento. —suspire—. Me dió risa, lo siento.

— ¿Ah si? —rápidamente me rodeo con sus brazos pero comencé a moverme para tratar de soltarme—.

Entre tantos movimientos terminamos cayendo al suelo, él sobre mi. Lo observé molesto, solo sonrió y se levantó rápidamente para echarse a correr, sabía que iría tras él, y eso hice. Corrió hacia el jardín, pero en cierto momento desvíe mi vista al escuchar un teléfono sonar y cuando volví al frente ya no estaba, cruce la puerta y sentí como me tomaban de la muñeca haciendome hacia atrás, chocando contra un muro. Se posó frente a mi cerrando mi paso con sus brazos.

— Lo siento. —dijo refiriéndose a su acción anterior—.

— No era necesito caerte encima de mi. —voltee la mirada—.

— Si, lo sé, pero ¿De que otro modo podría estar más cerca de ti, y recordarte lo hermoso que eres?

— Bueno... Supongo que habría otra forma de estar cerca de mi.

— ¿Si? ¿De que forma? —sonrió burlón, sabía que no lo haría—. Dime.

— Con un beso, quizás. —dije nervioso, se quedó mirándome—.

— ¿Entonces? —dijo serio—.

— ¿Que? —mantuvo su mirada—. No.

— Se que puedes hacerlo.

Y sin más me acerqué lentamente a sus labios, una sonrisa se posó en los suyos, y termino por acortar la poco distancia que nos separaba en un tierno beso.