Cuatro meses después.
﹘¡Méx~ el bebé no para de llorar!﹘le gritó a su esposo, estresado y a punto de llorar también. Últimamente andaba muy sensible sentimentalmente.
México suspiró cansado y se le acercó para tomar a su bebé en brazos, quien dejó de llorar un poco al sentir los brazos protectores de su padre, aunque eso no era lo que quería y se le podía notar en sus ojitos aún llorosos.
﹘Siéntate ahí, solecito﹘le ordenó indicándole una silla. Argentina obedeció y se sentó mirándolo confundido.﹘El bebé debe tener hambre, corazón, debes darle leche... ya sabes como﹘le dijo y le entregó al bebé nuevamente.
Argentina soltó un snif dejando sus ganas de llorar atrás y se levantó la remera hasta dejar sus pezones a la vista, los cuales estaban hinchaditos. El bebé de inmediato se prendió en uno de estos y empezó a succionar para saciar su hambre.
México sonrió y le acarició el cabello a ambos.﹘¿Ya ves que no era tan difícil?﹘le preguntó con algo de gracia y se agachó un poco para darle un besito en los labios. Arge hizo un pucherito con los labios y miró nuevamente a su bebé, a veces se sentía algo inútil por no saber cuidar bien de un bebé.
A sus provincias las había educado totalmente diferente, o bueno, ni siquiera tuvo que educarlas. Ellos se educaron solos después de aparecer de la nada.
México vió su tristeza en los ojos y de inmediato se agachó para verlo mejor.﹘Ey... no te sientas mal, yo tampoco sé como ser un buen padre, sé algunas cosas, pero eso no me convierte en el mejor... te prometo que ambos aprenderemos y seremos los mejores padres ¿que dices?﹘le preguntó con una sonrisa.
Argentina también sonrió y asintió varias veces con la cabeza. Sí quería que fueran los mejores padres.
Visión del futuro.
﹘¡Méina, deja eso!.... ¡Méntina deja de ensuciar el piso!... ¡Méxina, andá a ayudar a tu papá!﹘gritaba Argentina atendiendo a tres de sus cuatro hijos. Todos eran hiperactivos y muy traviesos, aunque sus dos hijos más grandes ya eran un poco más tranquilos.
México estaba arreglando algo en la cocina y lo había dejado a cargo de sus hijos.
﹘¿Necesitas ayuda, mamá?﹘le preguntó Méxtina, su hijo mayor.
Argentina suspiro y asintió diciéndole que lleve a Méntina a jugar afuera mientras él se hacía cargo de su hijo más pequeño, Méina.
Aunque era complicado cuidarlo a los cuatro, ambos seguían con la idea de ser los mejores padres y nunca se rendían.
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SPECIAL CARES [AU] TERMINADA
De Todo⠀⠀› 🫐﹗ México 𖦹 Argentina 𓏲 ──────── Si uno se enferma, toca cuidarlo de manera especial.