Historias cortas de nuestros chicos favoritos de The Umbrella Academy.
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Miré la estatua que decoraba el patio de los Hargreeves. Sentía que eran los ojos de Ben los que me miraban y no esos tozos de metal.
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- Deberías dejar de hacer esto - dijo Luther a mi espalda.
- ¿Hacer qué?
- Venir todos los días y quedarte mirándola como si fuera a salir de ella.
Me obligué a no llorar, sabía que las palabras de Luther eran ciertas, lo sabía bien. Sin embargo, una pequeña parte de mí seguía teniendo la esperanza de volver a ver su sonrisa cálida, de abrazarle, de volver a escuchar "te quiero" saliendo de sus labios.
- ¿Y qué se supone que tengo que hacer en vez de estar aquí?
- Vivir.
Se sentó a mi lado en la hierba mojada.
- Ben querría que siguieras adelante.
- No sé cómo se hace eso.
- Lo irás averiguando poco a poco.
Me pasé la manga del jersey por la cara y me puse de pie. Le sonreí levemente a Luther, fue un agradecimiento silencioso al que él respondió con otra sonrisa. Me dirigí a la salida sin mirar atrás y justo cuando cruzé la puerta escuché a alguien hablándome. Si se lo contara a cualquier otra persona me diría que lo imaginé, pero puedo asegurar que oí con claridad a Ben decirme "Sé feliz"
