•𝑴𝒂𝒇𝒊𝒂 𝑯𝒂𝒊𝒌𝒚𝒖𝒖 𝑨𝑼•
______ d'Alessi, jefa del equipo de operaciones especiales número 7 de 𝘓𝘰𝘴𝘵 𝘏𝘦𝘢𝘷𝘦𝘯, Mafia que lleva años siendo perseguida por sus crímenes y extorsiones, conocidos ya en gran parte de Europa occidental.
El...
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Claridad.
Fue lo primero que percibió al abrir los ojos; una claridad cegadora y molesta que la obligó a cerrar los ojos de nuevo. Lo siguiente que sintió fue una fuerte presión en la mano, seguida de una voz que llamaba su nombre de manera reiterativa.
-¡_______! Por favor... -no logró escuchar más, pero tampoco le hizo falta para identificar esa voz con la de Sakusa.
-Demasiada...luz... -habló entonces la chica, recuperando poco a poco su tono de voz.
El muchacho no supo como reaccionar. ¿Era eso lo que se solía decir después de estar inconsciente durante seis semanas?
-¿Señorita? -acertó a decir en tono confuso.
-La luz, joder, la luz. Me molesta la luz. -se quejó ________, abriendo ligeramente uno de sus ojos.
Sakusa parpadeó un par de veces antes de levantarse y cerrar las cortinas, gruesas y pesadas, lo que redujo notablemente la presencia lumínica de la estancia. A continuación volvió al lado de la joven, arrodillándose ante ella y examinándola con atención. Parecía estar bien...sus heridas habían sanado hace ya varias semanas, pero la mayor parte de ellas habían dejado cicatrices que jamás se borrarían de su piel.
-¿Se...se encuentra bien? -preguntó Sakusa, viendo como _______ se incorporaba lentamente hasta quedar sentada.
-Eso creo... No pensaba que fuese a sobrevivir a ese psicópata. ¿Cuánto tiempo llevo dormida?
-Diría que el término adecuado es inconsciente, y lleva en ese estado un mes y dos semanas exactas. -respondió el pelinegro sonriendo ligeramente al ver a la muchacha recuperada.
-¿¡Qué!? -se alertó ella, haciendo que el cardiograma de la máquina a la que estaba conectada aumentase el número de pulsaciones.
-Tranquila, señorita, está todo bien. Yo me he ocupado del grupo en su ausencia. De hecho debería llamarlos para decirle que está usted bien.
La chica se llevó una mano a la cabeza con gesto cansado. Odiaba dejar a su grupo, y aunque esta vez no hubiese sido de manera intencionada, se sentía impotente por no haber podido hacer nada. Había preocupado a sus chicos, y probablemente también a Kuroo...aún estaba en la base de los Morello, así que supuso que era el que más había sufrido todo aquello.
-Yo...lo siento, Kiyoomi. Os he preocupado por nada, y- -Sakusa se apresuró a colocar un dedo sobre sus labios, silenciándola de inmediato.
-No puedo permitirle que siga, señorita _______. Nadie la ha culpado de nada, así que le ruego que no lo haga usted. Ha estado luchando por su vida durante mucho tiempo, debería estar orgullosa de sí misma.
Una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios. No sabía cómo ni por qué, pero Sakusa parecía tener siempre las palabras adecuadas para hacerla sentir mejor. Miró hacia él, y notó un brillo en sus orbes que jamás había visto, o al menos no lo recordaba. Le había crecido un poco el pelo, y la verdad es que lo hacía parecer más mayor. Notó también que no llevaba puesta su mascarilla, algo que en un principio la alertó, pero decidió no preguntar por si no se había dado cuenta...le gustaba ver el rostro completo de Sakusa.
