•𝑴𝒂𝒇𝒊𝒂 𝑯𝒂𝒊𝒌𝒚𝒖𝒖 𝑨𝑼•
______ d'Alessi, jefa del equipo de operaciones especiales número 7 de 𝘓𝘰𝘴𝘵 𝘏𝘦𝘢𝘷𝘦𝘯, Mafia que lleva años siendo perseguida por sus crímenes y extorsiones, conocidos ya en gran parte de Europa occidental.
El...
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Todos los Morello sabían que d'Alessi por fin estaba despierta. Kiyoko había ido a verla en cuanto se lo dijeron, pues era ella la que se había hecho cargo de curar sus heridas y comprobar que se mantenía estable mientras ________ estaba inconsciente. Kenma también se presentó ante d'Alessi al recibir la noticia, y no era difícil distinguir las lágrimas en sus ojos cuando vio que de verdad estaba despierta. Oikawa, Akaashi, Tsukishima...todos fueron pasando por su habitación a lo largo del día. Una de las visitas que más esperaba, sin duda, era la de Kei.
-Me alegra ver que has sobrevivido, d'Alessi. -sonrió él mientras entraba con paso lento en la habitación.
-Tsukishima...
-Creo que ya te lo dije antes; puedes llamarme Kei.
El cuerpo de la muchacha había entrado en tensión al ver al rubio, pues aún no sabía muy bien qué decirle o cómo agradecerle lo que había hecho por ella.
-Lo recuerdo...perdona, es la costumbre. -miró hacia el con una mujer leve sonrisa, viendo como el chico tomaba asiento a su lado.
-No tienes que disculparte.
Un silencio se instaló entre los dos después de esa intervención. ________ quería decirle tantas cosas que ni siquiera sabía por dónde debería empezar.
-Kei...¿por qué?
Él alzó la vista hacia ella, confundido.
-Quiero decir -continuó la chica.- ¿por qué me salvaste? Tú y yo nunca nos hemos llevado bien, de hecho juraría que me has deseado la muerte un par de veces. No me malinterpretes, no es que no agradezca tu gesto, pero...no tenías por qué haberte arriesgado por mi.
-Es cierto, nunca me has caído bien, siempre te consideré una niña mimada que no merecía su puesto. -Tsukishima se reclinó en su asiento, mirando al techo con expresión vacía.- Todos tenemos derecho a equivocarnos, ¿no? Te juzgué mal y quise arreglarlo, supongo que podrías decir que me sentía culpable, y en esa ocasión fue lo único que se me ocurrió.
-¡Podrías haber muerto, Kei! Tu vida no es algo que debas poner en juego, y menos por algo así...
-Para mi sí lo era. Yo tampoco puedo explicarlo, sólo sé que no podía dejarte morir sin más. Quería protegerte... - "Porque cuando de verdad lo necesitabas no había nadie", pensó él.- Además, la gente te adora, d'Alessi. No podemos permitir que mueras.
-¿Y tú qué? Esa no es una excusa, tu vida es tan o más valiosa que la mía.
Kei sonrió levemente.
-Yo no lo veo así.
La muchacha apretó su puño bajo las sábanas que cubrían su torso. Nunca supo que Tsukishima se sentía de aquella manera, y quizá eso explicase un par de cosas. En primer lugar, estaba bastante segura de que Kuroo era el único que hacía a Kei sentir querido, y probablemente los celos de Tsukishima jugasen un papel importante en su consideración hacía ella.
