Frágil corazón [Creek]

Capítulo Dos

Rascó su brazo con inquietud, había estado sentado en la pequeña mesa del comedor pero su impaciencia le obligó a levantarse con un hormigueo constante caminando de un lado para el otro, miraba el plato cubierto por una fina hoja de aluminio con la misma desesperación que albergaba en todo su sistema. No hace más de dos horas que Clyde había abandonado el lugar explicando que mañana tendría clases, quien lo diría, prácticamente fue engañado para cuidar de un universitario irresponsable con su propio cuidado, por lo que entendió, Craig pasaba horas en su habitación ahogándose en el mar de la oscuridad y la pantalla brillosa de su computadora, solía salir nada más para tomar un baño e irse a sus clases, las horas de alimentación y del sueño estaban descuidadas y si no fuera porque Clyde y Bebe, su novia, rondaban a checar que estuviera vivo estaba seguro que todo el departamento sería un desastre de libros regados, trastes tirados y polvo acumulado.

Dos horas y Craig no salía para cenar, incluso había aprovechado el tiempo y cambió su ropa a una más cómoda para dormir, empezaba a dudar que el chico desayunara alguna vez en su vida tan siquiera, entendía los problemas de insomnio y la horrible rutina de alimentación, él también los tenía al estar ocupado con sus diversos trabajos, pero había una diferencia, la responsabilidad total de la escuela sumaba más carga sobre sus espaldas, los trabajos, las tareas, los proyectos y los exámenes, cada cosa obligatoria para asegurar un futuro digno asfixiaba a los estudiantes arruinandoles el presente, suspiró tomando el plato en sus manos, si Craig no venía, tendría que ir por él.

Sujetó su mouse con fuerza dejando que toda la pesadez de su cuerpo se fuera liberando poco a poco desinfladose sobre la silla, fundiendose en el cuero y expulsando el estrés de su espalda, había terminado la última tarea, se sentía libre, aunque era consciente que esa sensación era un engaño momentáneo que tapaba sus ojos con una venda de relajación ocultando el día de mañana donde estaba seguro que volvería a estar tapizado de trabajos.

Giró sobre su silla recargandose mejor en el respaldo, odiaba que la gente tomara decisiones por él, sabía que su mejor amigo sólo estaba preocupado, lo entendía, pero con sólo entenderlo no haría que su molestia desapareciera, es decir, traer a un completo rarito a cuidarle era estúpido, también estaba molesto de que parte de su paga del pequeño hobbie que tenía para sustentarse económicamente y liberarse de sus frustraciones se iría directo a los bolsillos de ese chiquillo, de solo pensarlo el coraje abrazaba su cuerpo con fuerza cada vez más.

ㅡ¿C-craig?ㅡ Abriendo la puerta seguido de haber tocado un par de veces asomó el plato limitándose a la opción de entrar, intentaba extender la comida para que donde sea que estaba el azabache fuera capaz de tomarlo ㅡNo salías así que te traje la comida, aunque a esta hora ya sería cena, el punto es que aquí está, puedes tomarla y yo ¡ngh-ㅡ El plato desapareció de sus manos, cuando pensó en retirarse una mano atrapó por completo su muñeca tirando de su cuerpo con precisión forzandole a entrar a la habitación.

Estar frente a Craig llegó a intimidarle solo por unos segundos en un flash de incomodidad, su diferencia de altura no era muy marcada aunque su prepotencia era lo suficiente para hacerle sentir pequeño e insignificante, la gruesa mano se aferraba a su muñeca con precisión cubriendo su piel con los delgados y largos dedos, un agarre certero que si el brazo no estuviera cubierto por la manga del suéter podría asegurar que habría venas marcandose por la fuerza, buscó relajarse con rapidez respirando, nuevamente sentía el calor de la habitación pegarse a sus espaldas.

ㅡ¿Por qué no te has ido?ㅡ joder ¿Por qué su voz sonaba tan demandante? Su personalidad se dividía en querer patearle las bolas a ese maldito engreído y tener que controlarse de forma momentánea cada segundo, si le patea las bolas seguro no hay paga, necesitaba ordenar sus prioridades y seguirlas al pie de la letra.