Hace mucho tiempo que no veo las estrellas brillar tanto, hacen de la noche un lugar menos tenebroso. El aire frío me acaricia la cara pero no me molesta, de alguna forma me reconforta. Levanto la mirada y la poca iluminación que me brindan las farolas, me dejan ver que estoy completamente sola, al lado izquierdo hay un pequeño descampado y más adelante un parque para niños. Me fijo que en el descampado, hay una corta cuerda bastante sucia tirada en el suelo pero ignoro este detalle y sigo mi camino.
Giro a la izquierda adentrándome en otra calle acompañada del ruido de mis tacones. Tacones. ¿Porque llevo tacones? No voy a ninguna fiesta ni vengo de una, o eso creo. Voy ralentizando el paso intentando recordar de donde vengo pero las lagunas en mi memoria me lo impiden. Es como si mi vida hubiera empezado en el momento en el que he mirado las estrellas.
Intento recordar dónde estoy pero nada me viene a la mente, es como si esta fuera la primera vez que paso por aquí. Intento buscar algún cartel donde ponga el nombre de la calle pero no hay nada, no hay nada que me indique donde estoy.
Las manos empiezan a hacerme daño del frío, debe ser invierno, aún hay una fina capa de nieve en la calle y en las farolas. Decido centrarme en el oscuro cielo y las estrellas que lo adornan, puedo distinguir la osa mayor y polaris. Espera, ¿como se que esa es la osa mayor? No recuerdo a nadie enseñarme eso ni en qué momento lo hicieron. ¿Por qué no recuerdo nada? ¿Qué me ha pasado?
Debo llevar unos veinte minutos caminando¿Qué hora debe ser? Las calles están vacías y no hay coches por la carretera, solo se escucha el débil silbido del viento que me envuelve. Busco calidez en mi abrigo y por primera vez en la noche, me doy cuenta que mis piernas y brazos están llenos de moretones, mi camisa está sucia y llena de ramas igual que mis pantalones. ¿Por qué estoy tan sucia? Siempre he sido una persona muy cuidadosa con mi ropa y odio ensuciarme, ¿como he acabado así? Zarandeo mi cabeza quitándome dudas que no puedo responder, me quito las ramas de mi ropa y sigo caminando.
Recuerdo el recorrido que he hecho desde ahora: Izquierda, derecha, derecha, izquierda. No debo detenerme. Giro a la derecha encontrándome en otra calle bacía mal iluminada. Bajo la cabeza concentrándome en el ruido de mis tacones cuando de repente veo una colilla aplastada en el suelo. Un agudo pinchazo en la cabeza me hace tapar los odios y cerrar los ojos lo más fuerte que puedo.
- No deberías estar a estas horas en la calle, puede ser peligroso y más siendo una mujer...
Abro los ojos y la colilla que antes estaba apagada, estaba encendida pero, alguien la apaga con la suela de su zapato. Veo dos pares de piernas delante mío y muy lentamente, levanto la cabeza encontrándome con dos hombres con gabardinas negras pero algo pasa, no me están mirando a mí, es como si ni siquiera se hubieran percatado de mi presencia. Un ruido detrás mío hace que me sobresalte
- No...
Esa voz temblorosa y asustada...Es como la mía. Sigo el recorrido de la mirada de los dos hombres que observan a alguien detrás mío, pero no veo a nadie, me vuelvo a girar esperando encontrarme otra vez con ellos pero al hacerlo, no están, vuelvo a estar sola. De repente, me levanto del suelo ahogada. ¿Había sido un sueño? ¿En qué momento me he quedado dormida? Un tanto asustada, continuo con mi camino.
¿Hace cuanto tiempo que llevo caminando? He perdido la noción del tiempo, se que es por la noche por la oscuridad del cielo y las estrellas que la adornan, ¿por cuánto tiempo? Ni siquiera sé qué haré cuando llegue la mañana pero me tengo que concentrar en el ahora,en mi único objetivo, seguir caminando.
Me encuentro en una plaza donde la luz de la luna la ilumina dejándome ver una iglesia antigua de un color blanco sucio consecuente del paso del tiempo. De repente, un agudo pinchazo en la cabeza me hace caer al suelo de rodillas y cerrar los ojos de nuevo.
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LA BÚSQUEDA DE LO PERDIDO
Conto¿Qué te queda cuando pierdes todo de ti? ¿Qué te queda cuando pierdes hasta tus recuerdos? Cuando lo único que te queda es seguir caminando...