Apostando por tu amor

Capítulo 52

Marín estaciono su auto, se quitó el cinturón de seguridad y salió del vehículo, se sentó en el suelo y observó la ciudad. Había salido de su casa hace unas dos horas y cuando le preguntaron a donde iba sólo dijo "La mejor vista de la ciudad". El día anterior había tenido una charla larga y tendida con su tío, él le había dicho que cuando era joven, después de alguna ruptura, escribía una carta con todo lo que le diría a esa persona, jamás enviaba ninguna carta pero las escribía y le ayudaban a superar un poco lo que pasaba

De su bolso sacó una hoja, un sobre, un cuaderno y un esfero y empezó a escribir

Aioria:

La verdad es que no se como fue que me logre convencer por mi tío o porque estoy haciendo esto pero eso no importa, estoy escribiendo una carta que no planeo enviar jamás de los jamases. Mi tío me dijo que escribiera como me sentía, suena más fácil decirlo que hacerlo, en especial cuando ni yo estoy segura de como me siento

Estoy triste porque siendo sincera te quería y te sigo queriendo y duele que me mintieras, estoy decepcionada de ti por no ser capaz de decir la verdad y estoy enojada MUCHO, contigo y conmigo, contigo por ser un mentiroso y por usarme, conmigo por no dejar de quererte

Creo que en el fondo sabía que estabas en la apuesta, después de todo Seiya y Touma estaban metidos en ese embrollo y el primer día estuvieron contigo y los chicos, no era tan difícil sumar uno más uno pero ¿sabes algo? Aún si me hubieran dicho de la apuesta antes de aceptar salir contigo, te hubiera aceptado de igual modo porque yo si estaba y estoy enamorada de ti. Puede que para ti, todo lo que pasamos hubiera sido para ganar dinero pero para mi, para mi fue real

Hace un tiempo me dijiste "cuando estas feliz, escuchas la música y cuando estas triste, la comprendes", decías que la persona correcta le daría sentido a las canciones de amor y tenías razón, contigo esas canciones tan cursis tenían sentido

Te quiero y eso no va a cambiar, fuiste mi mejor amigo, mi confidente, el amor de mi vida, fuiste tantas cosas que no voy a dejar de quererte nunca pero hay una gran diferencia entre querer y perdonar y ciertamente no estoy lista para lo último, no aún

Atentamente
Marín

Posdata: tenías razón, es la mejor vista de la ciudad