Enhorabuena!

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David: bueno, invito yo

Hugo: muchas gracias

David: no es nada. Bueno, dicho esto, quería comentarte una cosa

Hugo: adelante

David: pues, mi hermana es arquitecta técnica y está buscando trabajo, le dije que conocía a alguien, tú, y le prometí que le conseguiría una entrevista. Mañana he quedado con ella para cenar en su casa ya que celebra su cumpleaños, ¿te apetece venir y te la presento?

Hugo: claro! Puede trabajar en uno de nuestros departamentos, mañana me dices hora y dirección,

David: no hace falta, te llevaré yo

Hugi: vale, pues me dices hora

Volví al despacho, arreglé unos papeles y ya se hizo tarde. Monté en el coche y llegué a casa.

Hugo: holaaaaaa

Celia: holaaaa, qué tal el día?

Hugo: pues bien, ajetreado, pero bien. David y yo hemos ido a comer, y mañana quiere presentarme a su hermana que es arquitecta para que trabaje con nosotros, así que mañana no cenaré en casa

Celia: guay, oye sabes qué?

Hugo: qué? Te noto muy contenta

Celia: Siiiiii

Hugo: venga, desembucha

Celia: tengo trabajo

Hugo: qué dices!! Qué bien Celia!

Celia: sí, está mañana me llamaron, quieren entrevistarme y pues ya después verán, pero me han dicho que tengo el puesto casi asegurado

Hugo: ay! Que bien, de verdad Celia

Celia: espero que los casi cinco años de carrera me sirvan para algo

Hugo: pues claro que si tonta, ven aquí •abrí los brazos y nos dimos un fuerte abrazo•

Hugo: vas a ser la mejor enfermera de Madrid

Celia: por supuesto

Hugo: esto hay que celebrarlo, pedimos pizza? Y vemos una peli?

Celia: siiii

Nos trajeron las pizzas y mientras que veíamos una película nos las comimos. Cuando me di cuenta, Celia estaba dormida, la llevé a su habitación y la tumbé en la cama. Yo me fui a la mía y en pocos minutos me quedé dormido.

Esa mañana me desperté muy desubicado, había soñado con Eva. Mi sueño eran recuerdos lejanos de nuestra relación. Desde ese mismo instante de la mañana hasta el resto del día, el recuerdo no se iba de mi cabeza. Ahí permanecía una morena, de ojos de un azul cielo muy intenso, que reía mientras la suave brisa de verano le golpeaba en la cara, corría hacia el mar, se sumergía en el y nadaba como una niña que acababa de aprender a hacerlo.

CONTIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora