No sé si me escuchas

565 25 1
                                    

Entré y ahí estaba, lleno de tubos y vendajes, conectado a una máquina. Se me partía el alma de todas las formas al verle así. Empecé a llorar más fuerte, me costaba respirar así que me senté en el sillón de su lado e intenté calmarme. Le cogí la mano y la puse entre las mías mientras le observaba con los ojos cristalinos, el nudo de la garganta no desaparecía y cuanto más lo miraba más grande se hacía. Uní el valor para calmarme y poder hablarle, le acaricié la cara y al recordar lo suave que era, una leve sonrisa se me escapó.

Eva: hola hu, no se si me estas escuchando o le estaré hablando a nadie.
Sé que lo que te ha pasado es por mi culpa, •otra vez rompo a llorar• no te dejé hablar y dije que no quería verte nunca más, quiero que sepas que eso es totalmente falso, cada día que pasa tengo más claro que quiero que pasemos el resto de nuestras vidas juntos. En mi vida hubiese imaginado que pudiera llegar a querer tanto a una persona, nunca he sabido lo que es querer de verdad a alguien hasta que viniste de sorpresa a mi vida, nunca hubiera imaginado que pudiera amar de una manera tan pura a alguien, que el sentimiento de amar es levantarme y acostarme pensando en ti y en las ganas de verte y abrazarte que tengo. Lo único que necesito ahora es un abrazo tuyo,... y alguna anécdota tuya por Córdoba •me río recordando sus anécdotas y la manera tan especial que tene de contarlas con ese acento andaluz• No saben cuando vas a despertar, •las lágrimas vuelven a brotar de mis ojos• y porfavor Hugo no tardes mucho porque te necesito, te necesito más que nunca, porfavor, •me levanto y me acerco a él, llorando le doy un delicado abrazo• Te quiero con toda mi alma y corazón. Ahora tengo que salir a hablar con tu madre, y los médicos tienen que entrar a revisarte, pero no te preocupes que voy a estar a tu lado todo el rato. Te amo vida.

Salí y los chicos vinieron a abrazarme mientras lloraba. Teníamos que decidir quien se quedaba a dormir con Hugo, Ana obviamente quería quedarse con él porque es su hijo, pero pensó en nosotros y en lo que hugo querría y me cedió el puesto. Entré otra vez en la habitación y me habían abierto una camita a su lado, me senté en el sillón y volví a cogerle la mano, lo observé durante un largo rato. Los párpados se me cerraban ya solos, me acosté en esa cama y me dormí no sin antes darle un besito a mi persona favorita.
Abrí los ojos y los primeros segundos estaba desorientada, giré la cabeza y lo ví, sonreí, me levanté y le di un suave besito en la mejilla, fui hacia el baño y tenía los ojos hinchados y rojos de tanto llorar ayer. No tenía ropa aquí así que llamé a Ana para que viniera y yo pudiera ir a ducharme y cambiarme.

Ana: Eva estás bien? Tienes los ojos muy rojos

Eva: sí, no pasa nada, es de ayer, por todo

Ana: cariño ahora quiero que vayas a casa y te duches y desayunes, sé que quieres estar con él, luego vienes si quieres, pero ahora haz eso

Eva: vale Ana, luego vengo,.....¡dile que le quiero! •dije ya yéndome•

...

*toc toc toc*

Sam: tía que haces medio desnuda por tu casa?

Eva: me acabo de duchar. Hola eh

Sam: hola amor mío, qué tal estas?

Eva: bien, bueno, mal para que te voy a mentir

Sam: Eva no te preocupes, él va a estar bien

Eva: y si no lo está? Y si no sale de esta?

Sam: claro que va salir, él es muy fuerte y puede con esto y mucho más

Eva: enserio lo crees?

Sam: por supuesto, qué te estás haciendo?

Eva: estoy haciendo pasta, voy a ir a comer al hospital, aprovechando que mis padres no están no quería comer sola, además quiero estar todo el tiempo que pueda con él

Sam: vale, quieres que te lleve yo? Así de paso voy a verle

Eva: perfecto

Subí y me vestí mientras que sam ponía la pasta en el tupper. Me puse una camiseta básica y unos pantalones joggers, me hice un moño, cogí el tupper y salimos hacia el hospital. Tenia una pequeñas esperanza de que hubiese despertado pero si lo hubiera hecho Ana me hubiera llamado, pero yo seguía teniendo esperanza. Entramos a la habitación y Ana estaba en una silla mirando el móvil, y Hugo bueno, en estado vegetal. Comimos mientras hablábamos de nuestras cosas y Ana se tuvo que ir por cosas de trabajo. Me quedé con él y le hablé de como me sentía al respecto de todo lo que había y estaba pasando. Se hizo tarde y Ana volvió, esta noche ella quería quedarse con él por lo que yo tuve que dormir en casa. Cogí una camiseta que tenía suya en mi armario y la abracé mientras intentaba dormir, su olor me lo impedía, cerraba los ojos y me venían imágenes de cuando nos lo pasábamos genial con nuestros amigos y solos, me cayó una pequeña lágrima y me dormí.

CONTIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora