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Mis papas no estaban en la casa cuando llegue y me fui directo a mi habitación, me senté en mi pequeña cama y envié un correo desde mi teléfono a mi agente bancario para que Antonio no tuviera más acceso a mi cuenta. Empecé a llorar desde que me monte en el auto y no he parado de hacerlo. Cuando supe que Antonio se había casado, dije que no lloraría, él no se lo merecía, pero esto ya es demasiado.

No sé cuánto tiempo estuve llorando aquí y tampoco entiendo porque no paro de llorar. Una de las primeras cosas que debí de solucionar al momento de darme cuenta que Antonio se casó con otra, era evitar que me hiciera alguna tranza con el banco, en vez de eso, me emborrache y me case con Abner. Aunque en mi defensa, nunca pensé que Antonio sería capaz de eso. Tocan la puerta de mi habitación tres veces y la abren, ni siquiera me dedico a mirar quien fue. Estoy tan segura que es mi mama, que cuando Abner me habla me asusto sobremanera.

- ¿Qué es lo que pasa? - me dice, mientras me sobresalto- ¿Por qué lloras?

- Antonio...

- ¿Estas llorando, porque te dejo? – me interrumpe, le digo que no con la cabeza, miro mis manos que están en mi regazo, lo siento sentarse en la cama, me toma de las manos – mírame – Le obedezco - ¿Qué paso?

Le cuento todo lo que paso y lo mal que me siento, que no esperaba esto, y que tenía razón de la opinión que tiene de Antonio.

- Debes denunciarlo.

- No

- No me digas, que vas a permitir que lo que sientes por él, te gane, es un ladrón.

- Lo sé, pero su madre...

- Deja de pensar en los demás. ¿Cerraste la cuenta?

- Llamé al banco, donde me informaron que ocurría y como proceder, ya le mandé el correo a mi agente bancario aun espero respuesta.

- ¿Cuál es tu banco?

Le digo y se levanta de la cama, saca su celular, y realiza una llamada mientras sale de la habitación, voy al baño que está en el pasillo me lavo la cara, me miro en el espejo, todos se darán cuenta de que he llorado, será difícil explicarles a mis padres, y convencer a mi mama que no quiero denunciarlo, para ella será difícil de entender que, a pesar de todo lo amo, y no quiero causarle ningún tipo de daño, aunque el termine matándome a mí.

Salgo del baño y me voy directo a la sala, donde escucho a Abner despedirse de alguien y cuelga, se voltea y me mira.

- Ya hablé con un contacto en el banco, buscaron tu correo y ya solucionaron el problema, lo único es que no se puede recuperar el dinero, porque no fue una trasferencia de cuenta a cuenta, él fue directamente al banco a buscar el dinero. Ahora debemos ir a denunciarlo.

- Ya te dije que no.

- Cora, es lo ...

- No me digas Cora, no me gusta, te lo he dicho un millón de veces.

- No dejes que los sentimientos te ganen.

- Solo no quiero hacerlo Abner, deberíamos irnos, mis padres están por llegar, y no quiero decirles... - que mala suerte la mía, justo en ese momento se abre la puerta y entran mis padres, al vernos, se acercan rápidamente, pero mama detiene su paso al verme la cara.

- ¿Por qué llorabas mi niña?

- Es que... - en realidad no sé qué decirle.

- Lo que pasa, es que no se acordaba de nada de lo que paso anoche y hoy se asustó mucho, cuando despertó en su nueva casa.

Mama se acerca y me abraza, miro a Abner y le digo un: gracias, sin sonido alguno.

Mi camino será difícil...

Pero no imposible.

Con mi medio LimónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora