III

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Regina, aspira la esencia de Maléfica, pero en vez de sonreír se aleja de ella.


―Apestas a prostituta barata.

-Oye!  No es mi culpa que me llevaras al  Rabbit hole.

Se pone a recordar el momento en el que Cruella  se subió a la mesa para llamar la atención del bar tender. La expresión de Úrsula no fue del todo agradable.

―Hablando de prostitutas baratas. ¿Crees que Cruella durmió con el cantinero?

Regina ríe
-No. Creo que Cruella sólo lo hizo por los tragos gratis. Aunque yo no lo veia necesario.

―¿Viste la cara de Úrsula?.- Inquiere Mal, bastante preocupada. - Parecía un poco decepcionada.

-No estuve muy concentrada en ellas. .-Responde con la mano en la sien, tratando de recordar un poco más. Le llega una vaga idea de lo que ocurrió después..
Úrsula bajo a rastras a Cruella de la mesa. Estaba bastante molesta. La jaló del brazo con brusquedad y luego discutieron.

―Solo quiso dar celos y yo quería irme.

―Ah si,  con eso de que querías alejarte de mi. Parece que no te funcionó bien.

―Vamos a mi casa por el regaderazo. Ofrece Regina.

Se levantaron y con la magia de Regina aparecieron frente a la mansión. Estaban riendo por los los lentes de sol tan extravagantes que debieron usar.
Regina abre la puerta con magia y se encuentra a Emma.  Cruzada de brazos desde el pasillo,  mirando a las dos mujeres.

―No puedo creer que te olvidaras de nuestra cita en el lago.- Dice molesta.

―¿Sabes que los cisnes emigran?.  Habíamos planeado nuestra salida desde hace días.

Ahora ya son las 10 am.

―Buenos días para ti también Emma.- Dice Maléfica tocándose la sien con la mano

―Maléfica la hace callar con magia

―Lo siento.  De verdad. Me duele la cabeza.

―Mal,  ¿por qué no subes a ducharte? Le sugiere sonriendo―Mientras,  yo preparo el desayuno. Sube a las escaleras ultima puerta a la derecha. termina de darle instrucciones.

Maléfica sube a regañadientes.

―¡¿Ducharse?! Te digo que llegas tarde y piensas en ducharte?

―Emma,  lo siento. Lo olvidé.- Pone los ojos porque le duele un poco la cabeza.

―Me olvidaré de ti también.- Dice muy molesta. Regina no le dice nada y deja que se vaya. 

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En la sala de estar Regina puso algo de música mientras la comida estaba en cocción. Decidió preparar algo especial para Mal.

Es tarde han pasado parte de la mañana en la cripta. Ya no les duele la cabeza tomaron aspirinas y se han dado una ducha, pero no ha habido tiempo para comer. Pone una música con un ritmo algo caribeño que aunque Mal no entiende le agrada

―Sabes.- Regina se acerca después de cerciorarse que bajó la flama de la olla para no quemar la comida.-―Anoche no tuvimos la oportunidad de bailar nada. 

―Lo hicimos

―No estabamos en nuestros 5 sentidos. Quiero recordar esto

―Sabes que solo bailo algunas canciones tradicionales de Camelot.

Regina sonríe

―Esto es un poco mas movido, pero sigue los principios de aquellos bailes.

Sonríe acercándose a Mal. Tomando su mano derecha
Mal baja la mirada no muy convencida viendo los pies y  caderas de Regina. El pie derecho se mueve hacia delante y atrás al tiempo que el izquierdo se acerca juntando;   haciendo así,   el paso básico.

Cruza sus brazos a la altura de las costillas al tiempo que mueve los hombros. Coloca la mano izquierda en la cadera recargando la palma con los dedos apuntando al piso. Extiende la mano derecha hacia Mal

―¿No  me vas a dejar esperando? o ¿si?.-Mal le toma la mano,  aunque no sabe muy bien que hacer. 

La canción ya lleva más de un minuto reproduciéndose. 

Regina le agarra la espalda,  la jala con fuerza acercándola. Se mueven lentamente,  abrasándose.  Gina descansa su cabeza en el hombro de Mal unos cuantos segundos. Dejando un beso para hacerla sonreír. 

―A la de 3 vamos a dar vuelta. Ponte lista. No me vayas a pisar.―Solo siéntelo querida. . - Le toma la mano y Mal se pone nerviosa, le sudan un poco las palmas.―Relájate sólo soy yo.

―Creo que me preocupa mas que seas tú.

La boda de Maléfica. [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora