Miro a mi al rededor , no hay señales de que alguien esté cerca , ni siquiera mi hermano.
Mi rodilla duele , y mi bicicleta probablemente ya no sirve.
Pido una , dos , tres veces , que alguien aparezca y me ayude , y al parecer me escuchan.
- ¿Isabella?.- Esa voz me ayuda a tranquilizarme un poco
-Lando, estoy acá.- Es todo lo que puedo decir entre sollozos , mi rodilla duele , y mucho
-oh bell nos asustaste , ¿que le pasó a tu rodilla ?.- el pequeño lando de 6 se acerca a mi , y empieza a soplar donde está la herida - te vas a tener que poner algo o se va a infectar , vení , yo te ayudo.- el pequeño toma mi mano , y me ayuda a llegar hasta mi casa
- Isabella, ¿que le pasó a tu rodilla?.- mamá está preocupada , se nota
Sollozo más fuerte ante el contacto de algo frío que Lando pone en mi herida
-Lan cariño , no te preocupes.- mamá le dedica una sonrisa cálida - vuelve a jugar con sacha, yo me encargo de bella.-
Lando empieza a irse , pero al llegar a la puerta regresa , y deposita un dulce beso en mi mejilla -tranquila , vas a estar bien .- la voz de sacha llamando a lando se hace cada vez más fuerte , y este en cuestión de segundos desaparece por la puerta de la cocina.
Mientras tanto mamá sigue desinfectando la herida, con toda la tranquilidad y la sutileza que puede.
A veces no nos damos cuenta , pero pequeños actos como estos , son los que más adelante van a definir de qué forma nos vamos a sentir.
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Di que me quieres
RomanceQuizás algún día pueda entender el porqué tardamos tanto en aceptar la realidad