LANDO
Estoy en el piso , mi espalda esta congelada, pero no importa.
Un perfume dulce inunda mis fosas nasales.
Mi mirada firmemente conectada con los ojos marrones claros de la castaña.
Sus mejillas sonrojadas le dan ese aire inocente que tanto me llama la atención , y constantemente evita el contacto visual.
Isabella carraspea y me golpea en el hombro , seguida de su típica frase, "sos un imbecil norris".
Música para mis jóvenes oídos.
La castaña intenta levantarse , pero no la dejo.
Nose como me estoy conteniendo tanto , pero actualmente no hay nada que desee más que besarla.
Eso sonó poético norris.
- sinceramente me gustaría que me dejaras ir.- suelta isabella mientras aparta su mirada de mi.
Tarde, ya me di cuenta de que te pones nerviosa a mi alrededor.
- ¿acaso no estas cómoda?.- pregunto al mismo tiempo que levanto una ceja
Isabella tira su cuerpo más hacia adelante , haciendo que aun más que antes , un mínimo movimiento nos deje a nada de un beso.
La castaña roza su nariz con la mía , acción que me deja atontado , realmente quiero besarla y que ella tenga la iniciativa....
- no realmente.- suelta al mismo tiempo que sonríe victoriosa
Logra salirse de arriba mio , y por un par de minutos me quedo tendido en el frío hielo.
Oh oh pequeño lando , alguien te dio de tu propia medicina.
Y mierda que se sintió bien , ¿acaso isabella no podía ser siempre así ?.
- ¿pensas quedarte en el suelo como un idiota un rato más? , ¿o ya nos podemos ir ?.-
Parpadeo un par de veces y me incorporo , literalmente me dejo tonto.
-realmente triste tu desenlace , quizás otro día lo logres.- agrega al mismo tiempo que me da golpecitos en el hombro.
-me parece raro que a esta altura aun no sepas cuando te dejo ganar , y cuando no..-
-oh créeme que lo se , pero eso.- dice al mismo tiempo que señala la pista- no fue dejarme ganar.-
-aja como digas.- Digo al mismo tiempo que la veo alejarse en busca de sus cosas
En todo el trayecto no logré desviar mi mirada de otro punto que no sea ella.
Desde que nos alejamos nunca me puse a observarla en detenimiento , pero que puedo decir.
Ser capitana de porristas se ve que deja sus beneficios.
Sus curvas bastante definidas , y su pelo castaño largo que cae cual cascada , haciendo contraste con sus ojos del mismo color pero más claro.
Sus piernas son largas , de esas que con una sola patada terminarias en Japón.
Ojalá y nunca me de una patada.
Pero volviendo a lo importante , todo en ella es diferente , y bastante llamativo.
Quien iba a pensar que la tierna isabella , se iba a convertir en la tremenda mujer que es hoy en día.
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Di que me quieres
RomanceQuizás algún día pueda entender el porqué tardamos tanto en aceptar la realidad