MariaAntonia1718 Aquí está tu pedido
Esta mañana un ninja del Kazekage me había dicho que él, tenía una misión para mí, pero no imaginé que la misión sería con Kankurō, hermano del Kazekage, me caía bien Kankurō, pero el problema era que él me gustaba y cada vez que estaba con él mis nervios me traicionaban
—Su misión es llevarle este pergamino a la Hokage, es muy importante que ese pergamino llegué bien, de lo contrario yo me encargaré de hacerlos pedazo —dijo el Kazekage con su voz fría
—S... si Kazekage-sama
—Pueden irse
Kankurō y yo salimos de la oficina del Kazekage y nos dirigimos a la aldea de la hoja. La actitud del Kazekage me asustaba un poco, aunque eran las pocas veces que lo había visto de aquel modo, hoy realmente me asusto. Kankurō y yo comenzamos a saltar de rama en rama cuando llegamos al bosque, íbamos en un silencio para nada agradable, al menos no para mí. Quise decirle algo pero la lluvia me interrumpió
—Joder, ven —tomó mi mano y bajamos del árbol
—Hay que buscar un lugar donde quedarnos hasta que pase la lluvia
—Si, yo creo que sí
Buscamos un lugar donde poder estarnos hasta que se pasará la lluvia, pronto Kankurō encontró una cueva y ambos nos dirigimos a esta, ahí nos sentamos en el suelo mirando como cada vez la lluvia se hacía más fuerte, supongo que no podremos salir de aquí hasta mañana
—¿Tienes frío? —dijo Kankurō mirando como tallaba mis brazos para darme un poco de calor
—Si, un poco
Kankurō se acercó a mí y se quiero su camisa de manga larga, me la colocó y me miró fijamente con una pequeña sonrisa, paso un mechón de pelo atrás de mi oreja y mi corazón dio un brinco por ese acto, poco a poco Kankurō se iba acercando a mí, termine con la poca distancia que quedaba entre nosotros y termine uniendo mis labios con los de él, Kankurō me correspondió tomándome de la cintura y me hizo sentarme en sus piernas
—Creo que, te calentaré de otra forma
Mis mejillas ardieron por ese comentario, y sin decir nada sólo dejé que Kankurō volviera a unir sus labios con los míos, quitó su camisa de manga larga y luego mi camisa, quitó mi brassier y fue repartiendo besos de mis labios, a mi cuello, y de mi cuello a mis pechos, ahí paso su lengua por mi pezón izquierdo y sus manos fueron bajando hasta mis nalgas, donde les dio un apretón, yo solté un jadeo quitándole la camisa a Kankurō y sus pantalones
Kankurō bajo mi short y acaricio mi intimidad sobre mis bragas, las hizo a un lado y metió dos dedos en mí, gemí arqueando mi espalda y tomé el miembro de Kankurō dándole un apretón, cosa que hizo que él gimiera. Me tomó de la cintura y me puso en cuatro, metió su miembro en mí y rápido se comenzó a mover, puso su mano derecha en mi pecho mientras seguía embistiéndome, yo sólo podía gemir y apretar la camisa de Kankurō
—Más rápido Kankurō
Él me comenzó a embestir más rápido y dando un gemido alto, llegué a mi orgasmo, Kankurō gimió dándome una nalgada y después salió de mí, no me espere lo de la nalgada, pero me había gustado. Ambos nos vestimos y nos dimos cuenta de que la lluvia se había detenido
—Será mejor seguir con la misión —dijo Kankurō
—Si
Kankurō y yo salimos de la cueva y nos dirigimos a la aldea de la hoja. Cuando llegamos le dimos el pergamino a la Hokage, por suerte había llegado bien, y eso que había estado en la tierra con la camisa de Kankurō, joder de tan sólo recordar lo que había hecho me da un poco de pena