[ XIII-II ☪]

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Oh, shit

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Oh, shit

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Auriga estaba recostada en su cama pensando que mierda había hecho hace una semana.

Con su brazo derecho tapó sus ojos mientras escuchaba las cuchillas de su madre rechinando contra el tapiz.

Aunque estaban a 15 metros de diferencia su cuarto con el tapiz se escuchaba como retumbaba sus oídos.

Auriga destapó sus ojos y volteó a ver a su antebrazo izquierdo. Aún le seguía doliendo esa marca, pero ya se había acostumbrado.

Auriga estaba pensando cómo ocultaria la marca en su día a día. No tenía maquillaje ni se sabía algún hechizo para ocultarlo.

Lo único que se le ocurrió fue usar camisetas interiores que le cubrieran todo el brazo.

Auriga soltaba quejas pues ya anticipaba el calor que iba a tener por eso. Pero ya no tenía otra opción.

Auriga se levanto y busco un suéter para salir. Afortunadamente todavía era invierno y no había ni una pizca de calor.

Auriga salió de su cuarto y fue hasta la habitación donde se encontraba su madre y el tapiz.

Su madre ya había hecho de todo en el nombre de su hermano, ya lo había quemado, acuchillado, patearlo, y escupirle.

Auriga iba a pedir permiso para salir a San Mungo por su cita con el doctor para ver si sus órganos estaban en función.

Pues, desgraciadamente, Sirius al patearla y golpearla si había causado un leve daño en el intestino delgado y grueso.

Realmente no le había afectado mucho pero tenía que ir una vez al día.

Chimerical | Remus J. LupinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora