Año 845. Unos días después de la caída de Shiganshina
✶✶✶
—Nora...—Bertholdt me mira horrorizado no puedo evitar sentir pena por él.
—Lo has hecho muy bien—sonrío pesadamente—los tres lo habéis hecho muy bien.
Revuelvo el cabello a Annie, Reiner y Bertholdt.
He conseguido infiltrarlos, estamos en un refugio dentro de la muralla María.
—Bueno chicos—digo poniéndome de pie—creo que voy a dar una vuelta, necesito saber que dicen estos demonios, además, yo no debería estar por aquí.
Los chicos me miran seriamente, no les debe hacer ni pizca de gracia. Pobrecillos, ni ellos querían que yo los acompañara ni yo quería ser la niñera de unos mocosos de 11 años.
Empiezo a unirme a conversaciones ajenas, "cara dura" es mi segundo nombre.
Escucho a niños gritando que se quieren alistar como soldados, son unos suicidas... Pero claro, pensándolo mejor, es una de las mejores maneras de inflitrar a los niños, tienen la edad para alistarse y como soldados recibirán información muy valiosa. Lo digo por experiencia.
Marley me veía capaz de acercarme a la familia real pero sinceramente su plan no lo veía muy factible, debido a ello, cuando llegué a Paradis me alisté como soldado y terminé en las Tropas Estacionarias. Son personas tranquilas y le dan a la bebida.
La Legión de Reconocimiento es para suicidas, no me veo metida en ese mar de locos.
✶✶✶
—¡Chicos!
Han pasado ya semanas desde que logramos infiltrarnos, los niños van a lo suyo mientras yo intento infiltrarlos en la ciudad
—¿Qué pasa ahora? —pregunta Annie con voz cansada
—Ya tengo un plan. Os alistaréis como soldados. El lugar donde más información conseguiríamos es en la Policía Militar peeeero—alzo el dedo índice—tenéis que tener en cuenta que solo pueden entrar los 10 mejores de cada promoción. Es algo que yo no logré, pero confío en que vosotros podréis.
—Al menos eres realista...
—Yo debería regresar a mi puesto de trabajo, llevo semanas desaparecida y deben creer que estoy muerta o que he desertado.
—¿Cómo que te vas? —Bertholdt es el que siempre parece más preocupado de los tres, creo que los otros dos ya se lo esperaban viniendo de mi.
—Pues que yo voy volver y a seguir con mi parte del plan, vosotros tendréis que seguir con lo que os toca—sonrío— Supongo que ya habéis montado una historia realista sobre vuestra vida ¿no? Tenéis que estar preparados por si os preguntan.
—La verdad es que no—se sincera Reiner
—Muy bien, entonces os daré ideas. Si es que soy buena gente. He descubierto que hace poco se suicidó el único superviviente de una de las aldeas que fueron atacadas por los titanes así que podríais decir que sois originarios de allí.
—Me parece bien—dicen Reiner y Bertholdt a la vez.
—En cuanto a ti Annie, creo que es mejor que digas que procedes de otro sitio, podrías venir de la aldea del sur, aquella que tenía tan poca población, si no recuerdo mal había muchas casas por el bosque así que puedes decir que te criaste allí apartada de todos, con tu padre.
—Perfecto—dice Annie
—Ah sí, un consejo—me acerco a ellos—para tener más probabilidades de cumplir la misión, es mejor si fingís no conoceros entre los tres—miro a Reiner y a Bertholdt—bueno, vosotros dos, aunque digáis que sois de la misma aldea, que eso sea casualidad, no quiero que la gente sepa que os visteis alguna vez en esa aldea. Quiero que mintáis, ninguno de los tres os conocíais antes de la caída del muro ¿de acuerdo?
—¿Y se puede saber por qué deberíamos fingir que no nos conocemos? —pregunta Annie.
—En realidad no es tan difícil—suspiro—si la gente nos ve juntos y cae uno, caemos todos. Me gustaría evitar que por vuestra torpeza me maten. Si descubren que alguno es un titán y ven que nos estábamos cubriendo los unos a otros, estamos los cuatro acabados. —sonrío.
—¿Cuál fue tu coartada cuando entraste a esta isla?—Me pregunta Bertholdt.
—Tenía un as bajo la manga—pongo mi brazo sobre mi cabeza intentando interpretar el papel de una persona frágil y débil— soy una pobre y bella muchacha que ha perdido la memoria.
Los chicos sonríen tímidamente y se quedan un momento mirando al suelo. Parecen preocupados.
—Vamos a ver, seguramente los primeros meses no podré ponerme en contacto con vosotros, pero en cuanto logre convencer a mis superiores de que no he desertado y que simplemente me perdí por allí, intentaré contactaros, también os enviaré información de todo lo que encuentre ¿De acuerdo?
—Pero es que nosotros... no tenemos el tiempo que tú tienes—oír a Bertholdt decir eso me entristece, es verdad, debido al poder de titán, ellos tienen los días contados.
—Chicos—rodeo a los tres con mis brazos y los estrecho muy fuerte—ya veréis como lograremos cumplir con la misión.
Noto como los niños sonríen, después de unos segundos Annie deshace el abrazo de mala gana fingida
—Vamos—dice— que de momento nuestro futuro depende de que tú consigas ascender en la escala social.
—Exactamente—sonrío.
—Creo que estamos perdidos—murmura Annie
—Me enviaron aquí por algo.
—Aún me pregunto el porque sinceramente... Eres una adolescente alcohólica.
—Y dale con el mismo tema, ya veréis, cuando nos volvamos a encontrar no tendré tantos problemas con la bebida.
Los tres niños ríen a carcajadas
—Suerte—murmura Reiner
—¡Oye! —grito tirándome sobre él y haciendo que caiga al césped.
—De verdad chicos, conseguiré que esto salga bien —giro sobre mi misma y me quedo mirando al cielo un rato tumbada al lado de Reiner.
—Nora—Annie se coloca delante de mi tapándome el sol—mucha suerte.
—Lo mismo digo, sé que podréis apañároslas bien, total, volveréis pronto a casa.
Annie y Bertholdt se estiran en el césped a mi lado y al de Reiner.
—Volveremos a casa—murmura Bertholdt.
Volverán a casa.
1143 palabras
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La infiltrada [SNK]
Fanfiction✶¿𝐌𝐞 𝐪𝐮𝐞𝐝𝐚𝐫é 𝐝ó𝐧𝐝𝐞 𝐞𝐬𝐭é 𝐚 𝐬𝐚𝐥𝐯𝐨 𝐨 𝐥𝐮𝐜𝐡𝐚𝐫é 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐦𝐢 𝐜𝐮𝐞𝐫𝐩𝐨 𝐬𝐞 𝐝𝐞𝐫𝐫𝐮𝐦𝐛𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚 𝐞𝐥 𝐬𝐮𝐞𝐥𝐨?✶ ✶✶✶ ...