4. Supervisora

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Cuando llego al jardín de la casa que compartía con mi escuadrón, siento una mezcla de sentimientos muy extraña

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Cuando llego al jardín de la casa que compartía con mi escuadrón, siento una mezcla de sentimientos muy extraña.

Mis ojos van a parar al pequeño huerto que tenía Michael, está todo seco y prácticamente muerto. Solo hay una pequeña planta que sobresale de color verde.

«Eres como yo» pienso «la única viva entre tanto muerto».

Michael entraría en cólera si supiera que todos sus esfuerzos en el huerto han sido en vano.

Abro la puerta sin mucha dificultad, lo primero que me encuentro es la mesa de madera, en ella hay tres tazas y un par de platos, seguramente del desayuno de aquel día...

Sigue molestándome una cosa y es el no entender qué hacían aquí si tenían asignada una misión intramuros...

Recorro el pasillo de la planta superior viendo las puertas entreabiertas de las habitaciones de mis compañeros y las voy cerrando poco a poco. «Adiós Melisa. Adiós, Michael. Adiós, James...» me voy despidiendo a medida que las cierro. Finalmente llego a la mía, tendré que limpiarla si aún tengo que quedarme aquí un par de días más antes de que se acepte mi traslado.

Suspiro dejándome caer en la silla de mi escritorio

«Todo va según tenía planeado» me consuelo «el plan sigue su curso»

En ese momento siento el sonido de unos pasos muy ligeros, me asomo por la puerta y me encuentro a Mili. La gatita empieza a ronronear y a rascarse en mis piernas.

—Mili—la saludo a la vez que me agacho para jugar con ella—¿me has estado esperando todo este tiempo?

La gata empieza a ronronear y se estira bocarriba en el suelo para que siga acariciándola.

—Me voy a mudar—me limito a decir.

La gata me mira con sus ojos azules bien abiertos, es como si entendiera lo que digo.

—Venga, vale—suspiro—te llevaré conmigo.

✶✶✶

[Unos meses más tarde]

—Hay algo que sigo sin entender—Hanji se coloca las gafas sobre la cabeza y mira los papeles que tiene entre sus manos una y otra vez.

—Soy toda oídos— me limito a decir.

—Tus informes de cadete no son concluyentes.

—¿Qué quieres decir?— procuro hacerme la tonta.

—Pixis me advirtió que tu rendimiento como cadete fue muy bajo. Pero es que siento que eres  una persona totalmente distinta a la que describen estos informes. En las prácticas que hiciste al ingresar a la Legión, sacaste buenas puntuaciones. Aunque he de recalcar que en cuanto a fuerza física sigues estando por debajo de la media—deja caer los papeles sobre la mesa y me mira dubitativa.

La infiltrada [SNK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora