Capitulo 5:"-¡Hannah por dios!"

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NARRA LEILA

-Tranquila -repitio Hannah por decima vez frotando mi brazo izquierdo- no te prometo que todo ira bien por que no lo se, pero si estamos nerviosas de nada sirve.

Suspire audiblemente y levante la cabeza mirando hacia todos lados.

-Lo se, pero eso no quita lo bailado -conteste haciendo referencia a una frase que hace mucho habia escuchado.

Hannah siguio hablando y balbuceando cosas para que me calmara, pero sinceramente no la escuche; segui absorta en mis pensamientos mirando hacia todos lados tratando de descrifrar las miradas inescrutables de las personas que paseaban por alli. A un lado divise una pareja con dos niñas jugando en los columpios, felices, incapaces de darse cuenta lo afortunados que son. Por todos lados habian parejas, familias y niños caminando por aqui y alla ajenos a nuestra causa. Mirar y observar tanta felicidad hizo que me angustiara, pensando en todo lo que tuve que vivir estando en ese orfanato; si es que se le puede llamar asi. Y la unica persona en la faz de la tierra que puede entenderme esta al lado mio intentando tranquilizarme y frenar mis nervios de alguna manera. Siempre he soñado con volver a ver a mi madre y mi padre, sabia lo nerviosa que estaria en ese momento y las ganas de salir corriendo que me agarrarian; pero una cosa es soñarlo en tu cama mugrienta y fria, y otra muy diferente es vivirlo en una calida y tierna plaza junto a tus amigos esperando verdaderamente a que tu madre haga acto de presencia. Definitivamente era mil veces peor.

-¿Me estas escuchando? -la voz de Hannah interrumpio mis pensamietos.

-No -conteste sin dudar, riendome en su cara y acomodandome mas en el banco- lo siento, estoy distraida.

-Eso se ve -afirmo Michael a mi lado dandome un tierno beso en la mejilla.

-¿Leila? -la voz de una mujer vagamente conocida nos saco a todas las palabras de la boca. Se me corto la respiracion. Los tres a la vez levantamos la mirada para encontrarnos con una mujer parada adelante de nosotros. Su cabello era una mezcla se castaño oscuro y rojizo, sus ojos mieles al instante me dieron una sensacion de seguridad y su porte era nervioso, se notaba en el jugueteo constante con sus dedos. Llevaba puesta un abrigo rojo en convinacion con su pelo y unas calzas negras. En cuanto mis ojos conectaron con los de ella solte todo el aire que habia contenido y comenze a respirar entrecortadamente. Y ahi estuvimos segundos, minutos, horas sin decirnos nada solo mirandonos, o eso es lo que me parecio a mi. 

Trague saliva fuertemente.

-Anne.. -suspire levantandome de mi asiento, la mujer no se movio de su lugar; solo se quedo observando mi cuerpo incredula.

-Como has crecido -su voz se quebro en una octava al final.

Mis labios formaron una fina linea, no sabia que decir.

-Si -dije en voz baja, fue lo unico que logre articular.

¿Que se supone que tengo que decirle a mi madre luego de años de no verla? "¿Que tal has estado?" "Los años te han tratado bien, eh" No.

Joder.

-Estamos encantados de conocerla Señora Rochester -interrumpe Hannah parandose al lado mio y salvandome- mi nombre es Hannah Monroe.

-Encantada Hannah, dime Anne -ella le tiende la mano y se la estrecha amablemente, de reojo veo como Michael se acerca su boca a mi oreja.

-No tienes nada que temer -susurra- yo estoy aqui, no me ire a ningun lado -se calla un momento- y dale un abrazo a la pobre Anne.

Sonrio ampliamente mientras echo todo el aire por entre mis dientes haciendo que Anne se vuelva hacia mi. Niego ampliamente con la cabeza, divertida e incredula y me hecho a los brazos de mi madre. Ella al principio se nota tensa e incredula, pero luego cierra sus brazos en mi, transmitiendome calidez y seguridad. Acurruco mi cabeza en su pecho y sonrio.

Olvidame (#GDG2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora