Sentia que mis piernas en cualquier momento iban a quebrarse y caer al suelo, mi cuerpo entero temblaba y las palabras no podían salir de mi boca. Los recuerdos se agolpaban en mi mente, esos mismos recuerdos que yo habia optado por suprimir. Pero aquí estaban, torturándome lentamente.
Mi boca estaba entreabierta, intentando pronunciar alguna palabra coherente, pero lo único que conseguía eran sollozos y monosílabos.
Mi cuerpo habia colapsado en el momento en el que Adam pronuncio aquella palabra que el me decía todo el tiempo. Aquella palabra que yo anteriormente le negaba a Isabella porque me hacia acordar a el.
Todo aquello que yo habia construido luego de que el se fue y aparecieron estas hermosas personas en mi vida ahora mismo estaba destruido, hecho polvo. Las barreras nublaban mis ojos, pero no iban a conseguir volver. No quería eso para mi vida otra vez.
Y para cuando logre salir de mi estado de shock, todos mis amigos se encontraban alrededor mío y Adam a unos cuantos pasos.
Su presencia hacia que el estomago se me estrujara y me dieran ganas de vomitar.
- Sá... Sácame de aquí... –murmuré.
- Claro que si –aseguro John.
- Austin... -no fui dueña de mis palabras al pronunciar eso. Las manos de John se retiraron cuidadosamente de mis hombros, dolido, y las suplieron las suaves y cálidas de Austin.
Yo aun no lograba entender nada, y el único signo que me hacia dar cuenta de que estaba aquí con ellos eran las suaves gotas de agua que caían de mis ojos, mojando la caliente arena. Cada lagrima era un recuerdo, una daga que se hundía cada vez mas profundo en mi corazón.
- ¿Ya te vas hermanita? –se burlo Adam con una, seguramente, sonrisa en la cara- ¡Vamos! ¡Se que me tomas de asesino hermanita! ¡Pero por lo menos deje a uno vivo! –sus carcajadas inundaron la playa entera, haciendo que yo me de vuelta inmediatamente.
Mis energías se habían renovado al por cien y una furia que nunca antes había sentido me invadió. Corrí hacia el y lo empuje, haciendo que caiga al suelo de sopetón. Incrédulo de mi arrebato.
- ¡Mejor cierra el puto pico Adam! ¡No eres quien para decir eso! ¡Ojala te pese toda la vida ser el asesino de los padres de un pobre chico de cinco años! –el se incorporo gruñendo- ¡Vete de mi vista! ¡Ya no eres parte de mi vida! ¡VETE! –esta ultima palabra mas la solloce que grite.
Y con la poca dignidad que me quedaba me fui corriendo nuevamente al hotel, dejando con una sonrisa en la cara. Y eso era lo que mas odiaba de el, que cada palabra malvada que le decía era un alimento mas a su ego. Nada le heria.
(...)
- Ultima llamada a los pasajeros de Miami a Nueva York, hagan el favor de reportarse en la entrada 2B. Muchas gracias.
- Lo lamento –volvi a disculparme a todos, pero especialmente a John, el cual lo habia sufrido mas que todos.-. He arruinado la salida, lo lamento.
- No te disculpes mas Hann –dijo Alex apoyando una mano en mi hombro- lo entendemos.
No podía despegar la vista del suelo, mirar a los ojos a John y ver su cara de decepción no creo poder soportarlo; o mirar a los ojos a Austin y ver en su mirada una llama de confusión e ilusión, tampoco podría soportarlo. Asi que lo mas sencillo era no despegar la vista de mis pies.
Y asi fue todo el camino de vuelta a casa, en cuanto llegue lo primero que hice fue echar a correr a mi cuarto sin cruzar palabra con nadie.
(...)
Leila:
2 semanas después...
- ¡Dios santo Mike! ¡Deja de ser tan celoso! ¡Ya te he dicho que no tengo nada con Zack! –le chille.
- ¡Pero el otro dia los vi juntos, y tu estabas yendo para su casa! –me devolvió.
Por suerte no habia nadie en la casa. Bella y Alex habían salido a comer, al igual que John y Hannah, pero estos mas para arreglar las cosas, ya que estas ultimas semanas habían estados muy tensos. Austin fue a visitar a sus padres al cementerio y Christian y Anastassia estaban trabajando.
- ¡Si! ¡Por que esta en la escuela de verano y necesitaba de mis apuntes!
- ¿Y como yo se que eso es verdad? ¡Tal vez hicieron algo y no me lo quieres decir!
El aire que había inhalado se me solto de golpe y me quede boquiabierta.
No podía creer que el este diciendo esto.
Se me aguaron los ojos y al verme su defensa cayó.
- Leila... –susurro, pero yo alce una mano. Defendiendo al menos un poco mi dignidad.
- Vete. –le corte.
-Pero...
- Vete –volvi a repetir, esta vez, un poco mas convencida.
En este mismo momento los padres de las gemelas, Bella, Alex y Austin llegaron. Pero no flaquee.
- Leila por favor...
- ¡Mierda Mike! –chille y el se echo para atrás- ¡Te he dicho que te vayas!
El trago saliva con el ceño fruncido y la cara regada en perdones y se dio vuelta. Un segundo antes de que cruce la puerta le grite, bien claro, para que pueda escuchar:
- ¡Y no te molestes en volver!
Todos los presentes reprimieron un grito y yo, con el poco orgullo que me quedaba, subi las escaleras y me encerre en mi cuarto para llamar a mama.
Me atendió un hombre.
- ¿Hola? –pregunte.
- Hola, soy el doctor Parker, ¿Conoce usted a la señora Rochester? –me respondió.
- Si, soy la hija, ¿Qué sucedió? –esas palabras sabían raras en mi boca, pero a la vez... lindas.
- Su madre esta internada en el hospital, ha contraído varios golpes, nos asombramos de que siga viva, ¿podría usted venir? –las palabras no podían salir de mi boca.
Y en cuanto me paso la dirección del hospital, lo reconocí al instante, era en donde trabajaban los padres de las gemelas.
Inmediatamente sali de mi cuarto y baje a los apurones, para encontrarme con Christian y Ana.
- Leila –dijeron ellos con la voz rota.
- Mi madre –respondi, y ellos asintieron.
Ahora entendía por que habían llegado tan temprano.
- ¿Quién? –solloce, y se miraron entre ellos- ¿Quién? –volvi a repetir, mas imperiosa.
- Tu padre.
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Olvidame (#GDG2)
Novela JuvenilSegunda Temporada de Guerra de Gemelas ▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪ Como todo el mundo Hannah Hamilton tiene los demonios de su pasado. Estos le han impedido revelar su amor por Austin, el "novio" de su hermana. Pero al fin, cuando se da cuenta de que es...