Kagome
<< Estoy soñando, ¡Y quien me despierte lo mato! >>
Ahora estaba abrazando la almohada y estaba realmente emocionada. Esa misma sensación de cuando había comenzado a enamorarse, cuando la felicidad y la euforia es tan grande que no cabe en el pecho.
El último mes y medio había sido maravilloso, las negociaciones se hicieron en dos semanas y a partir de algunos movimientos de persuasión habían logrado que la compañía de sus jefes tuviera incluso cierta ventaja dentro del acuerdo al no poner en peligro los activos de la empresa y cerrar las posibilidades de que la compañía Ónix o algún socio a esta pudiese comprar acciones de la empresa H&T, pues eso podría jugar a mal en el futuro.
Ella usó un poco de encanto, sin llegar al coqueteo, que dejó embobado al abogado de la compañía Ónix, el cual había asegurado al director general que era un buen negocio y los trámites legales estaban en total orden, lo cual era cierto, pasando por alto de cierta forma la ventaja que obtuvieron.
Aunque se lo explicara a Inuyasha no pareció del todo feliz con su estrategia.
Cuando salieron de allí Inuyasha pasó el brazo por su cintura y le dijo que le estaba haciendo un favor, no supo realmente a lo que se refería pero le quitó importancia.
Es decir, ¿Por qué habría de desaprovechar la oportunidad de estar cerca de él?
Los días anteriores al cierre del negocio habían pasado todo el tiempo juntos, ya sea verificando los puntos del trabajo o saliendo a organizar la boda de Sango y Miroku
A su parecer estaba quedando hermosa, y siempre le mandaba a Sango las decisiones que habían tomado y a ella le parecían bien.
Los dos habían tomado decisiones en cuanto a la boda, y lo bueno era que tenían ideas similares.
Flash back
— ¿Tú qué dices? ¿Reservamos el lugar en el centro de la ciudad o en un lugar más natural? Aquí es lindo, pero no me convence. — dijo Kagome, mientras observaba el establecimiento.
— Yo diría que en un lugar más natural, pero siento que no a muchos se les facilitaría el ir a un lugar a las afueras de Tokio. — le respondió Inuyasha.
— Lo sé, pero estoy segura que ese problema es por las madres de Sango y Miroku ¡Invitaron a medio mundo! — sí, y no eran ellas las que se tenían que encargarse de las invitaciones.
Pero ¿Quién debe encargarse de elegirlas, determinar el contenido, recibir el encargo y entregarlas? Sí, el par de idiotas que trabajan gratis.
<< ¿Que el amor y agradecimiento es la paga? Patrañas >> pensó Kagome.
— La verdad sí, Miroku me dijo que hay personas que ni conoce y dijo que su bolsillo estaba muy resentido por eso. — dijo Inuyasha recordando la frustración de Miroku.
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🌌Dreaming alone🌌
Romans🎶~🎶~🎶~🎶~🎶~🎶~🎶 ¿Es a mí a quien ves cuando te duermes? Porque sé Que eres tú Con quien sueño cada noche. 🎶~🎶~🎶~🎶~🎶~🎶~🎶 Prohibida la adaptación o republicación completa o parcial de esta obra.