あ 𝐀𝗣𝗛𝗢𝗡𝗜𝗔 ! ՞ ˖࣪
❛ I can't 𝘥𝘳𝘰𝘸𝘯 my demons, they know how to 𝘴𝘸𝘪𝘮 ❜
11 de febrero de 2014, 4:30 PM, Unidad 0-03, Fuerza Quds.
Se reporta la muerte del soldado identificado bajo el numeral 012587, Isak Thair, quien contribuyó a la vic...
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𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐎𝐍𝐄. tokyo metropolitan magic technical college.
❛ but you're not even special grade ❜
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⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ — ¿Por qué el nombre es tan largo?
Hideaki emitió algo similar a un suspiro entre dientes mientras terminaba de servir el desayuno de esa mañana, el calor del desierto había despertado más furioso que el anciano Inumaki ese día, pero luego de cuatro años en el mismo lugar era inevitable no terminar por acostumbrarse. El moreno se acomodó en la silla del comedor y su maestro colocó en frente de él un plato de arroz, sopa de miso, algo que parecía ser una serpiente que se encontró esa mañana, y le dejó los palillos bien puestos sobre la mesa mientras buscaba el jugo que había traído hace algunos días.
Aunque bien el viejo era descuidado, mal hablado, gruñón y muchos otros sinónimos de las mismas palabras, para preparar la comida era alguien dedicado y hasta delicado. Si uno no tomaba en cuenta que la porción de proteínas de ese día todavía tenía la piel despellejada dentro de alguna bolsa, el hecho de que le preparara el desayuno resultaba lindo, casi paternal.
— No lo sé, niño, ¿me ves una bola de cristal en algún lado para preguntarle a los ancestros del polvo? —articuló con ironía, encendiendo un cigarrillo con un fosforo que se sacó del bolsillo luego de cerrar su momento culinario, sentándose en la otra silla—. Pero ya eres un hechicero decente, y nada que haces aquí podría ser algo importante en Japón.
— No quiero ir a Japón —su rostro formó una expresión quejumbrosa similar a un pequeño berrinche, esperando a terminar la conversación para poder tomar los palillos y empezar a comer—. Aquí también hay maldiciones y energía maldita, y no hay chamanes. ¿Por qué no me puedo quedar?
— A comer, niño —el hechicero de ojos violáceos respondió en lenguaje de señas antes de tomar los palillos, sin prestarle atención a las demás señas del moreno por continuar la conversación, manteniendo sus labios cerrados como una almeja que oculta un gran tesoro.
