Save Me

Capitulo 4

Alexa’s POV

Mi frente estaba mojada y pegajosa por la transpiración. Mi respiración estaba agitada pero aún así no podía detenerme. Mis pies corrían deprisa por un sendero oscuro, iluminado únicamente por la luna llena. El frio calaba mis huesos pero no me importo. Mire hacia mis brazos y un bebe cubierto por sabanas sucias llorisqueaba sin cesar. Lo abrace contra mi pecho, haciendo que lograra calmarse un poco. Me enfoque en seguir corriendo sin parar. De pronto, un hombre alto y fornido se para en mi camino. Me detengo a tiempo y sigo corriendo en otra dirección.

Otro sujeto se interpuso en mi camino y cambie de dirección. Pronto no tenía escapatoria. Todos me rodeaban sin piedad. Me era un círculo de hombres vestidos de negro y capucha. Me abrace contra mi bebe.

--- Tranquilo. Todo va a estar bien. --- le susurre en el oído. --- Pronto estaremos con Papi…

Uno de ellos se acercó y yo retrocedí. Por detrás, unos brazos me sujetaron fuertemente mientras que él bebe comenzaba a llorar nuevamente. Me inmovilizaron sin esfuerzo. Unas manos se acercaron a mi bebe y me lo arrebataron sin piedad.

Luche, patee y golpee pero de nada sirvió, ya que con un solo golpe, me dejaron inconsciente.

--- ¡No! --- Grite mientras me sentaba con sobresalto en la cama. Las gotas de sudor me bañaban completa y mi respiración se agito. Me seque la frente con el dorso de mi mano. “Fue solo un sueño” me dije a mi misma. Por más real que pareciera, solo era un simple y absurdo sueño que se repetía una y otra vez dentro de mi mente.

Observe el reloj a mi izquierda, las 3:30 de la madrugada. Mi respiración había calmado un poco pero aún sentía sus manos en mis brazos, al bebe acurrucado en mi  pecho y mis pies ardiendo.

Todo parecía tan real…

En mi sueño, tenía la misma ropa que cuando aparecí esa noche en el Cementerio de Holmes Chapel.

Recuerdo el frio que me calaba los huesos y el dolor abundante en mi cabeza. Miles de ideas se arremolinan en mi mente, pero ninguna tiene sentido. Un nombre se hizo presente, sus letras están borrosas por lo que no puedo leerlo. Sentía como mi cuerpo se empapaba cada vez más a causa de la lluvia.

Todo mi cuerpo dolía. Me dolía como si hubiera caído sin cesar y golpeado contra miles de rocas. Me enderece lentamente, con cada movimiento mi cabeza recibía una punzada. Me encontraba rodeada de lapidas del mismo tamaño y color.

¿Cómo llegue aquí?

 

Comencé a recorrer el lugar tratando de recordar lo sucedido. Todo era tan confuso, tan borroso dentro de mi mente… 

De pronto, una luz se hizo presente entre toda esta oscuridad. Una linterna. Un hombre medianamente anciano la sostenía firmemente mientras me alumbraba toda la cara.